Morelia, Michoacán.- Un año después de dar a luz, María Guadalupe Ramírez Barajas, una joven madre originaria de la comunidad indígena de San Jerónimo, municipio de Zitácuaro pudo reencontrarse con su bebé, luego de que la partera que la asistió diera en adopción a su hija, sin su consentimiento a una pareja de Puebla.
La historia de la señora Guadalupe es atendida por la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas, así como el Sistema DIF municipal de Zitácuaro, instancias que dieron a conocer este caso del que no hay similares en la registros de ambos.
En abril de 2016, María Guadalupe dio a luz a la cuarta de sus hijos, quien ahora, con un año de edad lleva el nombre de Natalia. La mujer de origen indígena acudió con la partera de la localidad, quien temporalmente se quedó a cargo de la bebé y tres días después de nacida, la entregó una pareja, que presuntamente, son familiares de la mujer responsable.
“Conocía a la partera porque es de ahí de la comunidad de San Jerónimo. Ella me habló cuando me fueron a dejar en la casa y me dijo que ya no me preocupara porque a mí bebé ya la había dado a un doctor y una psicóloga, y yo le dije que por qué había dado así a mí bebé, si mi bebé era mía”, narró la señora María Guadalupe, quien apenas el pasado 9 de mayo pudo tener a su hija de vuelta en sus brazos.
Durante su primer año de vida, la bebé estuvo bajo el resguardo del DIF estatal de Puebla, pues al hacer trámites, los padres adoptivos no pudieron acreditar su paternidad y la menor les fue retirada.
Una tía de la mujer despojada de su bebé, acudió al Sistema DIF municipal de Zitácuaro para solicitar apoyo y que su sobrina pudiera encontrar a su hija, quien tras la investigación fue ubicada en un albergue público infantil del estado de Puebla.
La niña Natalia y su madre Guadalupe fueron sometidas a pruebas de ADN que finalmente comprobaron que sí se trataba de madre e hija.
Sobre este hecho, la Procuraduría General de Justicia del Estado abrió una carpeta de investigación por el delito de sustracción de menores, y su similar en el estado de Puebla sigue otra investigación por el delito de abandono de un menor de edad.
Aunque los responsables se encuentran identificados, a un año de la sustracción de la menor nadie ha sido detenido.