Rodrigo Caballero/ @RodCaballero
Morelia, Michoacán. El Mando Unificado en Michoacán fue firmado por siete personas que después serían acusadas por vínculos con la delincuencia organizada, entre ellos el ex–gobernador Jesús Reyna García quién permanece en el Penal Federal del Altiplano.
Jesús Reyna organizó el evento de la firma junto a 51 alcaldes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Palacio de Gobierno del Estado de Michoacán.
El Mando Unificado consiste en centralizar y homologar a todas las policías municipales en una sola fuerza estatal para evitar la infiltración del crimen organizado; los objetivos son una mejor respuesta, mayor confianza en la ciudadanía y crear un eje de apoyo para la implementación del Nuevo Sistema de Justicia Penal (NSJP).
La iniciativa fue traída por el ex–comisionado, Alfredo Castillo Cervantes, para “pacificar” la entidad después de que el presidente Enrique Peña Nieto la sacara del olvido.
Michoacán es el campo de pruebas para este modelo policiaco que ahora podría expandirse a otras entidades -como ya sucedió en Jalisco- pero el experimento tuvo un costo: casi 500 quejas de Derechos Humanos por detención ilegal, abuso de autoridad y empleo arbitrario de la Fuerza Pública.
Ahora, el gobernador Silvano Aureoles Conejo prometió implementar al 100 por ciento el modelo en sus primeros tres años de gobierno. Se trata de una iniciativa que se viene arrastrando desde 2010 a nivel federal y que en Michoacán es legado de Jesús Reyna García.
Una idea calderonista
En sus inicios, el Mando Único formó parte de la estrategia federal implementada por el ex-presidente Felipe Calderón Hinojosa para conformar las más 2 mil policías municipales en una sola para las 32 entidades federativas.
Su principal objetivo consistía, según el propio Calderón en “lograr que, sin importar quién gobierne o a qué partido pertenezca, los mexicanos estén protegidos por una policía honesta y profesional”.
Desde sus inicios, la estrategia generó escepticismo entre los expertos en seguridad, CNN México consultó a varios académicos como José Luis Piñeyro, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, quien dudó que la centralización de la policía fuera capaz de impedir que el crimen organizado se infiltrara en ella.
“La centralización del mando conlleva problemas, el más importante sería que el crimen organizado podría penetrar a los altos mandos de las policías estatales o de la policía federal, y estaríamos peor que antes” respondió Piñeyro al periodista Mauricio Torres.
El investigador de la Universidad Panamericana, Marcos del Rosario, se mostró más optimista respecto al rumbo que propuso Felipe Calderón en junio de 2010.
Tomando como ejemplo a la Policía Nacional de Colombia, del Rosario aseguró “para el combate al narcotráfico se vio que lo mejor era tener un cuerpo y una estructura común, y le ha funcionado (…) hay una policía controlada y eficaz, más certera en los golpes que ha dado”.
Sin embargo, la estrategia calderonista presentada durante el XXVIII Consejo Nacional de Seguridad Pública se quedó estancada en el Senado de la República y se olvidó hasta que el presidente Enrique Peña Nieto la desempolvó con el anuncio de un “golpe de timón”.
Ahora bajo el nombre de Mando Unificado, Peña Nieto lo introdujo como un “modelo de organización policial que permita al Estado mexicano garantizar la seguridad pública en el país”.
Pero la introducción del modelo policiaco no se dio hasta la entrada de las autodefensas en 2013, entonces la Comisión para la Seguridad en Michoacán de Alfredo Castillo lo dio a conocer como una “estrategia de rescate” tras la creación de dos nuevas organizaciones la Fuerza Ciudadana y la Fuerza Rural.
Tras la improvisada creación de las fuerzas michoacanas, un modelo similar se instauró en Jalisco con la llamada Fuerza Única y para enero de 2015 en tres entidades –Nuevo León, Distrito Federal y Morelos- sus mandatarios dieron el visto bueno para la implementación de la iniciativa de Enrique Peña Nieto.
Herencia de Jesús Reyna
El día que se firmó el Mando Unificado participaron los presidentes municipales Arquímedes Oseguera Solorio de Lázaro Cárdenas, Uriel Chávez Mendoza de Apatzingán, Jesús Cruz Valencia de Aguililla, Salma Karrúm Cervantes de Pátzcuaro, Dalia Santana Pineda de Huetamo y José Luis Madrigal Figueroa de Numuarán.
Todos ellos acusados de delitos como asociación delictuosa, encubrimiento, nexos con el narcotráfico o delitos contra la salud.
De los seis solamente tres permanecen en prisiones del Estado de Michoacán, Uriel Chávez y José Luis Madrigal salieron después de un año en prisión y Salma Karrúm murió víctima de una enfermedad degenerativa mientras llevaba su proceso judicial en el penal estatal de Mil Cumbres.
Jesús Reyna, secretario de Gobierno al momento de firmar el pacto, fue encarcelado por nexos con el cártel de los Caballeros Templarios tras comprobarse que se reunía con el líder criminal Servando Gómez Martínez alias ‘La Tuta’ con quien comparte estadía en el Penal Federal del Altiplano.
Los policías que roban y extorsionan
El 2 de diciembre del año pasado, miembros de la Fuerza Ciudadana arrestaron al mediodía y sin motivo aparente a Enrique Alonso Ledezma, un hombre de 46 años de edad que caminaba por la calle.
Al llegar a la barandilla, Ledezma mostraba huellas de violencia e ingresó por supuesta alteración del orden público. Casi una hora después de su arresto los custodios del lugar solicitaron una ambulancia debido al dolor abdominal que lo aquejaba desde que había llegado.
Mientras tanto su hijo, quien se quejaba que los policías no le querían decir por qué habían arrestado a su padre, se trasladó a la barandilla para pagar la multa pero ya era demasiado tarde, su papá había muerto.
El reporte policiaco mostró que Enrique Ledezma murió en el camino al hospital pero no cuáles fueron las causas del deceso. Después de su muerte las autoridades zamoranas trataron de darle carpetazo al asunto pero la movilización de la ciudadanía obligó a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) a atraer el caso.
Cuatro días y dos manifestaciones después la PGJE determinó que Alonso Ledezma había sido asesinado a golpes durante el interrogatorio por parte de elementos de la Fuerza Ciudadana; aquel día fueron detenidos seis miembros y el caso se cerró. Sin embargo, nada se sabe de lo que le pasó a los policías que intervinieron.
Esta es una realidad que cuentan los propios zamoranos, quienes aseguran que los oficiales “ven como un negocio” arrestar, golpear y robarle el dinero a las personas que ven en la calle sin importar si están o no infringiendo la ley.
Entre enero y septiembre de 2015 las policías del Mando Unificado acumularon 214 quejas de Derechos Humanos y desde su creación tienen en promedio 50 denuncias mensuales por abuso en el ejercicio de la Fuerza Pública.
Mando Unificado al 100%
Desde el momento en que tomó protesta como gobernador constitucional de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo anunció que el Mando Unificado –ahora sí- será una realidad en todo el Estado.
Aureoles prometió que en un máximo de dos semanas –finales de octubre de 2015- sería firmado el acuerdo para implementarlo en todo Michoacán y que sus primeros tres años de gobierno se dedicaría a hacerlo realidad.
Es uno de los “pendientes” heredados por la administración de Salvador Jara Guerrero junto a la depuración de la policía que extorsiona, roba y abusa de su poder sin que –hasta el momento- haya consecuencias por sus acciones.