Redacción / @Michoacan3_0
Morelia, Michoacán.-Pese al anuncio mediático de que el fin de las autodefensas en Michoacán, habría llegado tras el registro y legalización de los civiles armados, la expectativa está aun lejos de la realidad.
Y es que, aunque Coalcomán, Apatzingán y Aguililla, sean los próximos municipios que conformen su Fuerza Rural Estatal, hasta el momento, sólo Tepalcatepec y Buenavista; dos de 34 municipios donde hubo levantamientos armados, cuentan con policía rural.
Esto quiere decir que el plazo establecido para el 10 de mayo pasado, por Alfredo Castillo Cervantes, comisionado para la seguridad en Michoacán, quedó rebasado para la conformación de la Fuerza Rural en la región más conflictiva de Michoacán.
Esto, porque aunque se hizo publica la entrega de uniformes a los autodefensas de Tepalcatepec y Buenavista, los dos municipios que dieron origen a los grupos de autodefensa, para los 34 restantes aún no hay fecha para que estén dentro de este esquema.
En este sentido, en medio de la opacidad con la que el gobierno federal y el comisionado para Michoacán han manejado la estrategia de seguridad, aún quedan muchas interrogantes pendientes de ser resueltas, como: ¿al mando de quién estarán los nuevos policías enmarcados en las Fuerzas Rurales?
Esto además de ¿cuál será el siguiente paso tras dejar de lado el objetivo de limpiar Michoacán de Los Caballeros Templarios?, luego de que antes de alcanzar esta meta se legalizaran los grupos de autodefensa sin presenciar la captura del último de los fundadores de esta organización criminal Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta”.
De origen omiso y con la deslegitimación de gran parte de la sociedad, comenzaron a operar en dos de 34 municipios la Fuerza Rural, cuya figura y funciones no han quedado claras para la sociedad.
Así como tampoco ha sido explicada la mediática presencia de una estrategia de seguridad que se avocó al combate del crimen organizado en la región de Tierra Caliente obligando al desplazamiento de los criminales y agudizando la violencia en otros puntos geográficos de la ciudad.
Con este panorama luego de tres meses de su llegada sólo resta por preguntar Alfredo Castillo ¿qué sigue?