Sarai Díaz / @Sarai3_0
Morelia, Michoacán.- Además de la minería, el cultivo y tráfico de marihuana y la extorsión, la elaboración y venta de drogas sintéticas se convirtió en uno de los principales negocios, primero del cártel de La Familia Michoacana y posteriormente de Los Caballeros Templarios.
Y es que, por su ubicación estratégica al tener el control del puerto de Lázaro Cárdenas, Los Caballeros Templarios en Michoacán encabezan la producción de metanfetaminas en México desde el 2009, así como de la droga conocida como cristal, según versiones de la Procuraduría General de la República (PGR).
Sólo en el sexenio de Felipe Calderón, de cada dos laboratorios clandestinos que se tenían ubicados para la elaboración de drogas sintéticas, uno correspondía a Michoacán, según reveló un reportaje del diario capitalino 24 Horas.
Esto ya que los percusores químicos para la elaboración de drogas sintéticas, entre estos, el ingrediente principal de nombre pseudoefedrina llegan de Asia, principalmente por el puerto de Lázaro Cárdenas, y por el de Manzanillo en el estado de Colima.
A eso se añade que Michoacán se conecta con los estados de Colima, quien también posee uno de los puertos más importantes, y Jalisco que gracias a sus conexiones con el estado de Zacatecas, es sin lugar a dudas un territorio apto para la distribución de drogas hacía la frontera.
En este contexto, el profesor investigador del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara, Dante Haro Reyes, reveló que gracias a su conexión con Michoacán, Jalisco se convirtió en una de las rutas más disputadas por el crimen organizado, principalmente entre el Cártel Nueva Generación y Los Caballeros Templarios.
El negocio de las drogas sintéticas
Aunque en un inicio la producción de marihuana y amapola eran su fuerte, gracias a las tierra fértiles que poseen la regiones de Tierra Caliente y la Meseta purépecha, Los Caballeros Templarios también descubrieron que las zonas montañosas y boscosas favorecían el ocultamiento de laboratorios clandestinos para la elaboración de esas drogas.
Así fue como durante los últimos años la elaboración y venta de drogas sintéticas se convirtió en una de las principales actividades de este cártel, tras descubrir que el territorio era propicio para la producción y la distribución de drogas de Michoacán hacía otros destinos.
Y aunque sólo se sabe que esta actividad les trajo ganancias millonarias, los reportes señalan que en los últimos seis años la producción se elevó en gran medida ya que a decir de cifras de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) de 2008 al 2012 en el país, fueron destruidos 576 laboratorios, de los cuales casi la mitad, es decir 254 se encontraron en Michoacán.
Además, la Procuraduría General de la República (PGR) acumulaba 571 averiguaciones previas por la producción de estupefacientes en Michoacán, lo que significa que una de cada seis investigaciones por este delito a nivel nacional se abrió en territorio michoacano.
