Un nuevo enfrentamiento entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ha dejado al menos cinco muertos en la región del Catatumbo, departamento de Norte de Santander. Según medios locales, los combates, marcados por el uso de explosivos y armas de fuego de largo alcance, habrían ocurrido en un aparente intento de control territorial.
Testimonios de residentes describen un panorama desolador. Muchos decidieron resguardarse en sus viviendas, mientras que comercios cerraron sus puertas y las instituciones educativas suspendieron actividades. “Han ensangrentado el Catatumbo”, expresó el presidente Gustavo Petro, quien citó de urgencia al ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, y al alto comisionado para la paz, Otty Patiño, para evaluar la situación.
La Segunda División del Ejército de Colombia calificó los hechos como “actos terroristas” y confirmó el despliegue de tropas en las zonas afectadas, que incluyen los municipios de Teorama, Convención, Tibú y La Gabarra. En paralelo, el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) informó sobre el asesinato de firmantes del Acuerdo de Paz de La Habana, en varios municipios de la región.
Llamados internacionales y denuncias
Carlos Ruiz Massieu, representante especial del secretario general de Naciones Unidas en Colombia, confirmó que entre las víctimas hay firmantes del Acuerdo de Paz, y exhortó a los grupos armados a cesar la violencia. “Urge proteger a la población civil y a las comunidades. El respeto por la vida de quienes optaron por la paz es clave para cualquier diálogo”, señaló a través de sus redes sociales.
Por su parte, Rodrigo Londoño, exlíder de las FARC y actual presidente del partido Comunes, denunció que estas muertes constituyen un “genocidio en curso” y exigió garantías al gobierno de Petro para proteger a los firmantes del acuerdo.
La situación en el Catatumbo se suma a la creciente preocupación por el resurgimiento de la violencia en regiones clave de Colombia, donde los esfuerzos de paz enfrentan constantes desafíos.