Rodrigo Caballero/ @RodCaballero
Morelia, Michoacán. El regalo de Halloween de la Cámara de Senadores fue la nueva Ley de Ingresos de la Federación 2016 que podría entrar en vigor en enero del próximo año, se trata de una Reforma Fiscal que ya fue calificada como un nuevo Fobaproa.
“Están a punto de aprobar el Pemexproa” señaló a El Economista el senador Mario Delgado Carrillo del Partido de la Revolución Democrática (PRD), ya que el dictamen avala un nuevo endeudamiento de casi dos billones de pesos.
La nueva Ley de Ingresos buscará compensar el déficit presupuestario tras la Reforma Energética y después de la caída de los precios internacionales del petróleo vía impuestos. Es decir, los mexicanos tendrán que pagar de su bolsa 4 billones 763 874 millones de pesos para resarcir los daños.
La sesión del senado inició el miércoles 28 de octubre y culminó el jueves en la madrugada cuando 87 senadores decidieron reformar el Código Fiscal de la Federación y las leyes que regulan impuestos sobre la renta, la producción y los servicios; cambios que repercutirán directamente en los bolsillos de los ciudadanos.
El dólar y las gasolinas subirán de precio como una “medida de control”, lo mismo que se espera una inflación “sostenida” del 3 por ciento en el año siguiente. Todas estas reformas fueron inamovibles y el Senado lo pasó a la Cámara de Diputados sin modificarle ni una coma.
David Moreal Ávila -del Partido del Trabajo (PT)- cuestionó la eficacia de las medidas fiscales respecto a si podrán garantizar la estabilidad macroeconómica y un crecimiento económico de entre 2.6 y 3.6 por ciento; algo que dudó que sucediera.
En el mismo sentido, el representante del Partido Acción Nacional (PAN) Víctor Hermosillo-Celada consideró erróneo endeudar a las familias mexicanas, seguir castigando con impuestos a la clase media y, sobre todo, “que su gobierno siga gastando mucho y mal o que se siga haciendo de la vista gorda en el tema de las pensiones”.
En total seis senadores de tres partidos políticos hablaron en contra del dictamen pero no hubo respuesta, al final los votos terminaron aprobando la Ley de Ingresos que –de ser ratificada por los diputados- se convertiría en el Pemexproa moderno.