Debido a una serie de enfrentamientos registrados en zonas rurales del municipio de Apatzingán, cerca de 800 personas fueron desplazadas por la violencia e inseguridad.
Desde el pasado fin de semana, decenas de familias salieron de las comunidades de El Alcalde, Las Bateas, El Tepetate y El Guayabo, luego de que grupos armados irrumpieran para enfrentarse con la presunta finalidad de obtener el control de esos territorios.
“Empezaron los enfrentamientos hace como unos diez días, doce días, pero lo más agresivo fue el domingo. Llegó un momento en que (a los delincuentes) se les acabaron los víveres, la comida, y comienzan a ir a las casas a ver qué roban, ya empiezan a agredir a la población, por lo que (los habitantes) fueron desplazados, porque el que se queda ahí es expulsado ya con nombre y apellido”, señaló el padre Gregorio López Gerónimo, quien brinda apoyo a las víctimas a través de su asociación “El Buen Samaritano”.
Los desplazados se refugian en casas de familiares y de voluntarios que les brindan alimento y un lugar seguro para pasar los días, mientras mantienen la esperanza de que los grupos armados se retiren de sus comunidades.
La Parroquia de la Señora del Rosario, en la Tenencia El Rosario, organiza un colecta de víveres, ropa y artículos de higiene personal para atender a las familias desplazadas.
El sacerdote Gregorio López, conocido como “Padre Goyo”, pidió a las autoridades estatales y federales que “se pongan las pilas” para dar atención a los afectados, que en muchos casos, dijo, no solo son desplazados por el crimen, sino también despojados de sus bienes.