Bajo el pretexto de los trabajos de saneamiento y combate a la plaga que afecta el Pico de Tancítaro, se está solapando oficialmente la deforestación y el cambio de uso de suelo para cultivar aguacate, denunciaron comuneros del lugar.
En abril pasado la alcaldesa de Tancítaro, Araceli Solórzano declaró a la prensa que existen más de 600 hectáreas de bosque afectadas con plagas de muérdago y gusano barrenador.
Si bien los comuneros reconocen la presencia de plaga en el Pico, denuncian que tal situación está siendo aprovechada por particulares con auspicio de las autoridades municipales, para la explotación forestal y el cambio de uso de suelo, lo que ya ha derivado en movilizaciones por parte de comunidades que han detectado la irregularidad y buscan poner freno a la deforestación.
Cabe recordar que hace diez años se aprobó un decreto para recategorizar al parque nacional Pico de Tancítaro para que fuera área protegida tanto para flora como para fauna y así conservarla frente a las presiones del desarrollo urbano.
Los comuneros quieren que autoridades de mayor nivel supervisen los trabajos de saneamiento de manera puntual, para atajar lo que de fondo observan como un negocio irregular que no sólo busca la explotación de la madera, sino el cambio de uso de suelo para a la larga poder concretar cultivos de aguacate.
“Hace poco la autoridad pidió declarar el pico de Tancítaro como zona de emergencia ambiental por la cantidad de plaga que existe, pero las cosas ahí no se tratan sólo de eso.
“Hace como un año, los mismos comunitarios nos organizamos para detener los trabajos de saneamiento, porque con la excusa del saneamiento se están llevando los pinos grandes y sanos”.
El área de protección del Pico de Tancítaro abarca un aproximado de 23.4 mil hectáreas con una influencia en los municipios de Tancítaro, Uruapan, Nuevo Parangaricutiro y Peribán.
De acuerdo con los comuneros, para combatir la plaga la concesión para el saneamiento se le otorgó a un particular del municipio denominado “Maderas Tancítaro”, del que su dueño es una persona con las conexiones necesarias para no tener que ser supervisado debidamente,
“Él tiene relación con las personas que tratan con el gobierno estatal y federal para el tema del saneamiento, lo que hace muy difícil que sea supervisado, por eso hace como un año la comunidad decidió intervenir y parar los trabajos, porque no estamos de acuerdo que sea para deforestar”.
A partir de la movilización de los comunitarios las autoridades los voltearon a ver, por lo que se han tenido diferentes mesas de trabajo con la alcaldesa, con autoridades de la Comisión Nacional Forestal y demás dependencias relacionadas con el asunto.
La intención de los comuneros es participar directamente en la supervisión de los trabajos, a fin de que la plaga que se padece pueda abatirse sin que esto implique la deforestación del lugar y el cambio de uso de suelo.
Además consideran que no sólo debe concentrarse la atención en el Pico de Tancítaro sino en todo el municipio, para evitar el cabio de uso de suelo indiscriminado que lo único que tiene detrás es el interés del negocio aguacatero.
“Lo que se le ha pedido a la presidenta es conocer cómo se está realizando el proceso de saneamiento, qué concesionarias están participando, porque hay varios incidentes que se han dado donde la gente está detectando que se están tumbando árboles grandes y sanos”.
Vale recordar que los datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales apuntan que en la franja central de Michoacán se han perdido 75 mil hectáreas de zonas boscosas por plantaciones de aguacate, el gobierno estatal ha reportado que el 50 por ciento de las hectáreas de aguacate en la entidad son ilegales.