VeoVerde/ Foto: (cc) Nick Saltmarsh / Flickr
En países desarrollados, los consumidores son los principales responsables del desperdicio de alimentos mientras que en los países en vías de desarrollo se produce antes de que lleguen a los consumidores.
¿Tienes idea de cuánto te cuesta desperdiciar la comida? Es probable que no, ahora imagina que muy pocas personas en el mundo saben lo que nos está costando como humanidad todo el desperdicios que producimos y que bien podrían alimentar a otras personas. Reducir nuestros residuos de alimentos podría ahorrarnos $300 mil millones de dólares para el año 2030.
Cerca de un tercio de lo que compramos es desechado, esto en dinero es aproximadamente un gasto de $400 millones al año que podrían ser $600 en los próximos 10 años si la clase media se sigue expandiendo en los países en desarrollo. Si la cantidad de alimentos desperdiciada se reduce entre un 20 y 50 por ciento se tendrían ahorros entre $120 Y $300 millones al año.
Los datos anteriores provienen del reporte de la Comisión Global sobre Economía y Clima que dirige el expresidente mexicano Felipe Calderón. En este sentido, menos desperdicio significa mayor productividad y ahorros que impacta de manera positiva en el medio ambiente y en el bolsillo de los consumidores.
Ahora, ¿de dónde viene el problema del desperdicio? Es decir, ¿producimos un exceso de alimentos, compramos demasiada comida o pretendemos utilizarla en una fecha posterior a su vida útil? En países desarrollados, los consumidores son los principales responsables del desperdicio de alimentos al comprarlo en forma desmedida y cocinar cosas que no se podrán terminar.
Por otro lado, en los países en desarrollo, el desperdicio ocurre antes de que los alimentos lleguen a los consumidores finales. En estos países, el desperdicio podría reducirse cerca del 25% con mejores equipos de refrigeración. Los datos anteriores los ha proporcionado WRAP, un Plan de Acción para Residuos y Recursos establecido en Reino Unido.
WRAP trabaja de la mano con agencias de la ONU y ha creado una campaña para reducir el desperdicio en Reino Unido llamada Love Food Hate Waste que logró un ahorro de $20 mil millones de dólares entre 2007 y 2012 disminuyendo el desperdicio un 21%.
En cuanto al medio ambiente se refiere, el ahorro en desperdicio de alimentos se refleja en menos emisiones a la atmósfera que proviene de la descomposición de la materia orgánica, lo que serían 3.3 mil millones de toneladas de CO2 de esta sola fuente. Reduciendo el desperdicio de comida ahorraremos, podemos llevar comida a otros lados y tener un mejor planeta.