Morelia, Michoacán.- Cada 12 de diciembre, dueños y trabajadores de cientos de comercios arriban al Templo de San Diego, para agradecer a la Virgen de Guadalupe que sus negocios se mantienen abiertos y pedir que el trabajo nunca falte.
Entre las peregrinaciones, siempre destaca la de empleados y trabajadoras del “Bar Nachas”, un popular centro nocturno que desde hace 20 años, ameniza las madrugadas de caballeros amantes de la fiesta y la compañía de bellas damas.
Agotada, después de cumplir una jornada laboral de 13 horas, en las que bailó toda la noche sobre altos tacones, Aranza llegó al santuario de la virgen para pedir por su familia y sus compañeros.
“Pedimos por nuestra familia, por el trabajo, que nos bendiga en todo. Pedimos protección porque en este tipo de trabajo corremos un poco de riesgo pero ante todo la protección de la virgen, de Dios y de cada santo al que seamos devotos. También pedimos que haya clientes, si no hay clientes no hay dinero”, dice, entre risas, la joven bailarina.
La peregrinación, conformada por personal de seguridad, meseros, meseras, cajeros e intendentes, dejó como ofrenda una corona con la insignia “Bar Nachas”, algo que causó asombro en algunos feligreses que acudieron a la festividad religiosa.
Rey, gerente de este club nocturno, cuenta que para ellos, ya es una tradición visitar a la virgen y agradecerle que nunca los desampara.
“Le dejamos una ofrenda para que nos vaya bien a todos. Más que nada le pedimos que nos proteja, el trabajo es algo delicado, trabajar con gente alcoholizada, pero por eso siempre estamos aquí”, comparte.
Afirma que, a pesar de la discriminación que enfrentan a veces por dedicarse a la vida nocturna, son seres como cualquier otro, que sienten mucha, pero mucha fe por la virgen.
“Mucha gente nos discrimina por (trabajar) en los bares, pero cada año todos los bares sin excepción todos traen su corona. Es un trabajo normal para nosotros, desgraciadamente mucha parte de la sociedad lo ven mal pero es un trabajo que es el sustento de muchas familias”, señaló.
Luego de recibir la bendición de la morenita del Tepeyac, las chicas y trabajadores del bar salieron gustosos a tomarse la foto del recuerdo, para después, ir a descansar, pues más tarde les espera una larga noche de parranda , trabajo y desvelo.