Rosario Robles indicó que el padrón de mexicanos en situación de hambre es de únicamente 7 millones de mexicanos; sin embargo, el diagnóstico del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) estimaba que había 28 millones de habitantes con deficiencia alimentaria.
En días pasados Robles, secretaria de Desarrollo Social, anunció que México había sido reconocido por alcanzar la meta planteada en la lucha contra el hambre y declaró que menos del 5 % de la población mexicana padecía inseguridad alimentaria.
La meta de la Cruzada Nacional Contra el Hambre estimaba un padrón de 7 millones de personas con déficit alimentario, primer rubro de la población en el que se concentrarían los esfuerzos de la dependencia e indicó que se había logrado la meta, al llegar a 5.5 millones del objetivo planteado.
Sin embargo, el documento de diagnóstico, Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional 2012, elaborado por la Secretaría de Desarrollo Social en coordinación con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), por sus siglas en inglés y el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y que base para que la administración de Peña Nieto y Rosario Robles implementaran la política de reducción del hambre, indica que los datos son mucho más altos.
De acuerdo con el texto, el CONEVAL estimaba, en 2010, que al menos 28 millones de mexicanos tenían un acceso deficiente a la alimentación; es decir, 24.9 por ciento de la población.
Al menos la mitad de esta población se concentraba en siete entidades de la República: estado de México, Veracruz, Puebla, Chiapas, Distrito Federal, Guerrero y Jalisco.
El diagnóstico revelaba que 40.5 % de la población de zonas urbanas, presentaba altos niveles de rezago social y que en el 64.9 % de los espacios rurales, eran catalogados como zonas con pobreza; en particular, entre la población indígena.
Otro dato se refiere a la alta concentración de carencia alimentaria; de los 2 mil 456 municipios que conforman la división territorial del país, en el 5.2 % se encontraba la mitad de toda la población con carencia alimentaria.
Con estos datos, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) concluía que en el 2012, el 28.2 % de los hogares mexicanos se encontraban en situación de inseguridad alimentaria moderada o severa; es decir, consumían una dieta insuficiente en calidad y cantidad, y en casos extremos, se presentaba hambre por ausencia de recursos.
En suma, cada cuatro de 10 hogares clasificados en el quintil más bajo de condiciones de bienestar se encontraban en categoría de inseguridad alimentaria moderada o severa.
