Derechos Humanos


Sin Hemodiálisis en IMSS de Hidalgo, el penar de los pacientes

Debido a que el IMSS decidió enviar a los pacientes con enfermedad renal crónica de Ciudad Hidalgo a Morelia, al menos 17 enfermos de bajos recursos tuvieron que suspender sus tratamientos y murieron

Ciudad Hidalgo, Michoacán.- La determinación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de atender a pacientes del municipio de Hidalgo, con enfermedad renal crónica, en la ciudad de Morelia, derivó en que algunos de ellos suspendieran sus tratamientos y perdieran la vida.
Hace seis meses, un grupo de pacientes con afección renal acudían a realizarse hemodiálisis en una clínica privada subrogada por el IMSS en Ciudad Hidalgo, cabecera municipal, pero el instituto de salud pública determinó que los enfermos debían atenderse en otra clínica, también subrogada, pero ahora en la ciudad de Morelia, para lo cual deben pagar de su bolsillo transporte y alimentos y deben recorrer 98 kilómetros, tres días a la semana.

Isela Carrillo Cordero, de 34 años de edad, es una de las pacientes afectadas por este cambio, que afirma, no solo implica un gasto que en la mayoría de los casos es insostenible, pues también conlleva “un desgaste, muchas veces nos quedamos sin comer, hacemos una sola comida, a veces para alcanzar el autobús comemos solo un pan. Los familiares están endeudados, no tienen la solvencia económica y no tenemos la posibilidad de trabajar porque tenemos que ir tres veces y es ocuparte prácticamente todo el día”.

Debido a lo costoso que les resulta trasladarse a la capital del estado, algunos pacientes han reducido de 3 a 2, las sesiones de hemodiálisis que tienen que recibir por semana, lo que ya ha comenzado a dejar estragos en su salud, pues algunos han tenido pérdida de vista, epilepsias y hasta amputaciones de pies.

“Yo me gasto 2 mil 200 por semana yendo las tres veces, pero hay veces como hoy que me toca ir y no fui porque no tenía dinero, soy de bajos recursos. Implica el pasaje, a veces me voy sin comer y además yo no veo, desde hace siete años que perdí la vista por la misma enfermedad. Tomo dos tratamientos y a veces me siento mal”, compartió Luis Enrique Soto Blancas.

El joven, que depende de su madre para poder trasladarse a su tratamiento, señala que además, al tener que movilizarse hasta Morelia, regresa tarde a su hogar, ubicado en una zona rural a una hora de Ciudad Hidalgo, por lo que también se expone a los peligros de circular en carretera por la noche.

Desesperados, algunos pacientes prefieren abandonar su tratamiento, pero sus familias, que luchan día con día por obtener recurso, consiguen el dinero para que puedan seguir con la atención médica.

“Mi esposo me dice que ya lo deje así, que ya no vayamos. Dice que ya no quiere que esté pasando hambres. Bastantes pacientes han fallecido y ese miedo tengo yo, que le pase lo mismo a mi esposo”, cuenta María de la Luz Suárez Pérez, esposa de un paciente con insuficiencia renal.

Debido a esta situación, un joven abogado interpuso un juicio de amparo indirecto colectivo por peligro a la salud y la vida, con el que pretendía que 59 pacientes afectados retomaran su tratamiento en Ciudad Hidalgo, pero en el proceso, 17 de los pacientes murieron.

“Al ser omisas en contemplar el estado de salud de las personas, y consecutivamente el estado económico de las mismas es que se han transgredido el derecho a la salud de estas personas. Esto ha ocasionado el deceso de 17 personas lo cual se ha hecho del conocimiento del juez segundo de distrito Salvador Calvillo, quien ha llevado este asunto”, narró Manuel Pérez Piña, defensor de los enfermos renales.

Dicho amparo fue admitido y el juez a cargo ordenó que los pacientes fueran atendidos en el distrito de Hidalgo. Aunado se presentó otro recurso legal en el que se exigió la destitución de cinco jefes del IMSS por hacer caso omiso de lo que dictó el juzgador.

Finalmente, la resolución del juez fue que, debido a que las autoridades informaron que no hay clínicas ni publicas ni privadas que pueden realizar hemodiálisis en esa región, los pacientes debían continuar con la atención en Morelia.

“El derecho a la salud se sigue transgrediendo y las personas siguen disminuyendo su calidad de vida y salud y pueden seguir muriendo. Jurídicamente estamos preparando una medida de protección ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Washington, y en caso de dar la razón se lleva a cabo un proceso para que se dicte una medida precautoria, ya no para el juez, sino para el estado mexicano”, explicó el abogado litigante.

Sobre esta problemática se solicitó información al IMSS, institución que hasta el momento ha evitado emitir una postura.

Enfermedad renal, un problema frecuente en Hidalgo

Roberto Molina Garduño, empresario que desde hace 54 años radica en Ciudad Hidalgo, cuenta que en 2011, la iniciativa privada e investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) iniciaron un estudio en esa zona geotérmica debido a la alta incidencia de padecimientos renales entre la población.

“En ese tiempo la media nacional por estado era de mil 250 (enfermos renales) y solamente en la localidad de San Pedro Jacuaro había esa cantidad, es decir en la zona oriente hay una enfermedad renal, se habla que puede ser el tema del agua, de la geotérmica, en fin, se le atribuye a muchas cosas sin cerciorarse ni haber nada certero de qué lo está provocando”, explicó.

La investigación quedó inconclusa o al menos, los resultados no fueron presentados a la ciudadanía, “tal vez porque algo se quería ocultar”, intuye el empresario, hijo de Roberto Molina Loza, uno de los financiadores del análisis.

Esta afección que se ha hecho más común en los últimos 15 años entre la población de Hidalgo, ha obligado a las miles de familias a vivir “un viacrucis”, mientras son desatendidos por las autoridades, consideró

“Estas enfermedades son irreversibles y tan mortales que lo único que piden estas personas es que les den calidad de vida. Estamos viendo una inacción terrible, una falta de empatía y de solidaridad con los que menos tienen”, compartió Molina Garduño.

12 junio, 2023
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