En su primer día de regreso a la Casa Blanca, Donald Trump afirmó que las naciones de América Latina dependen más de Estados Unidos que viceversa. “Nosotros no los necesitamos. Ellos nos necesitan. Todos nos necesitan”, declaró al ser cuestionado sobre el futuro de las relaciones con Brasil y el resto de la región. Según el expresidente, estas relaciones “deberían ser geniales”, pero insistió en la asimetría de dependencia entre ambos lados.
Trump también revivió un viejo debate al criticar la decisión del expresidente Jimmy Carter de devolver el control del canal de Panamá a la nación centroamericana. Según el republicano, esta fue una medida equivocada que afectó los intereses estratégicos de Estados Unidos.
La visión de Trump hacia América Latina quedó plasmada en su elección de Marco Rubio como secretario de Estado. Hijo de inmigrantes cubanos, Rubio mantiene una postura crítica hacia los regímenes de Cuba y Venezuela, y ha sido un opositor de la normalización de relaciones con La Habana. Su nombramiento fue aprobado unánimemente por el Senado este lunes.
En línea con esta política, Trump decidió devolver a Cuba a la lista de países patrocinadores del terrorismo, revirtiendo la decisión tomada días antes por su predecesor, Joe Biden. Esta medida fue calificada como “fraudulenta” por el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, quien aseguró que responde a un “acto de arrogancia y desprecio por la verdad”. Según Díaz-Canel, el objetivo es intensificar la “cruel guerra económica contra Cuba con fines de dominación”.
