Seguridad


Trump avanza en su plan para designar a cárteles como terroristas: ¿seguridad o estrategia geopolítica?

El gobierno de Donald Trump ha iniciado formalmente el proceso para designar a los cárteles mexicanos y latinoamericanos como “organizaciones terroristas”, una medida que, lejos de centrarse exclusivamente en la seguridad, podría abrir la puerta a una mayor injerencia de Estados Unidos en la región bajo el pretexto de la lucha contra el crimen organizado.

De acuerdo con The New York Times, el Departamento de Estado ha comenzado a ejecutar la orden ejecutiva firmada por Trump el pasado 20 de enero, en la que instruyó una respuesta “contundente” contra grupos criminales como el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel del Noreste, La Familia Michoacana y los Cárteles Unidos. También fueron incluidos el Tren de Aragua, de Venezuela, y la Mara Salvatrucha, o MS-13, agrupaciones con fuerte presencia en Centroamérica y Estados Unidos.

Si bien la Casa Blanca justifica la medida argumentando que estos cárteles representan una “amenaza a la seguridad nacional” más allá del crimen organizado convencional, la designación de grupos como terroristas no es un simple cambio de etiqueta. Esta clasificación permitiría a Washington aplicar tácticas tradicionalmente utilizadas en la lucha contra el terrorismo internacional, incluyendo operaciones encubiertas, sanciones financieras más agresivas e incluso la posibilidad de acciones militares bajo el argumento de la “defensa nacional”.

¿Lucha contra el narco o estrategia contra China?

Más allá de la retórica de seguridad, el movimiento de Trump se inscribe en un contexto geopolítico más amplio. En los últimos años, China ha incrementado su influencia en América Latina a través de acuerdos comerciales, inversiones estratégicas y la expansión de su tecnología en sectores clave como la infraestructura y las telecomunicaciones. Para Washington, esto representa una amenaza a su hegemonía en la región, y cualquier pretexto para ampliar su control es bienvenido.

Al designar a los cárteles como terroristas, Estados Unidos no solo justifica una mayor intervención en México y otros países latinoamericanos, sino que también abre la puerta a presionar gobiernos locales bajo el argumento de la “cooperación en seguridad”. En este escenario, la lucha contra el narcotráfico podría convertirse en un caballo de Troya para ampliar la influencia de Washington y contener el avance de Pekín, al tiempo que refuerza la imagen de Trump como un líder “firme” en materia de seguridad de cara a la contienda electoral.

¿Qué sigue?

El Departamento de Estado ya ha informado a varios comités del Congreso sobre estas designaciones, y se espera que la Casa Blanca haga el anuncio oficial en los próximos días. Sin embargo, la aplicación de esta medida podría traer repercusiones profundas en la relación entre Estados Unidos y México, sobre todo si Washington decide aumentar la presión para una intervención directa en territorio mexicano.

Mientras Trump presenta esta estrategia como una “solución definitiva” al problema del narcotráfico, la realidad podría ser otra: una mayor militarización, el debilitamiento de la soberanía latinoamericana y un nuevo capítulo en la disputa global entre Estados Unidos y China, donde la lucha contra los cárteles es solo la excusa perfecta.

13 febrero, 2025
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