«Se trata del exoplaneta más interesante que he visto en los últimos diez años. No podríamos haber imaginado encontrar un candidato mejor y más prometedor para responder a una de las preguntas más importantes de la Ciencia: la de si existe o no vida inteligente fuera de la Tierra», apuntó Jason Dittmann, del Centro de astrofísica Harvard-Smithsonian.
Según el artículo, publicado en la revista Nature, la localización del planeta rocoso LHS 1140b es relevante porque se encuentra orbitando a una distancia prudente de su estrella, en la que el agua puede existir en estado líquido y la vida es posible. Los astrónomos afirman que recibe la mitad del calor y de la luz que la Tierra del Sol y que su clima es parecido al marciano.
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La superficie de Marte (ilustración)
«Que gire alrededor de una enana roja [una estrella pequeña y relativamente fría] también es una buena noticia porque rota muy poco a poco y, por tanto, expulsa bastante menos llamaradas que otras con la misma masa».
A partir de ahora, los astrónomos se centrarán en estudiar su atmósfera y en ver cómo reacciona al calor que recibe de su estrella, lo que les ayudará a determinar si es posible que albergue vida.
En los últimos años, las esperanzas de encontrar vida inteligente en el espacio han vuelto a surgir a raíz del descubrimiento de siete exoplanetas en TRAPPIST-1, tres de los cuales aspiran a convertirse, si no en gemelos de la Tierra, en sus primos hermanos.
Cerca de Próxima Centauri, en la constelación Centaurus, la NASA descubrió también otro planeta en 2016 capaz de albergar vida.