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Existe una serie de riesgos en la Tierra sobre los que casi todos hemos oído hablar alguna vez pero preferimos ignorar. Muchos de ellos pueden solucionarse si todos los países se conciencian y colaboran unidos para combatirlos.
El cambio climático
El calentamiento global afectará negativamente a la vida de la población del planeta, ya que el aumento paulatino de las temperaturas incrementará los riesgos de catástrofes naturales y para la salud humana, tales como la contaminación del aire y el agua, inundaciones y desprendimientos de tierras, extinción de especies animales entre otros.
Residuos urbanos
El volumen de basura que producimos aumenta cada año y, a menos que se apliquen mejores medidas para tratar y reciclar estos residuos, se convertirán en un grave riesgo para la salud de todo el mundo pues contaminan y acaban con los ecosistemas terrestres y marinos.
Escasez de agua
Se estima que la demanda de agua aumentará un 55% para el año 2050 teniendo en cuenta que un tercio de la población mundial vivirá para entonces en áreas del planeta que experimentarán serias sequías. A ello se suma el cambio climático, que influirá en la escasez de lluvia y en el aumento de la erosión y desertización de las tierras fértiles.
Escasez de alimentos
El crecimiento y desarrollo económico en los países desarrollados y en los emergentes provoca paralelamente una mayor demanda de alimentos. Todo hace indicar que dentro de varias décadas se producirá una grave escasez global a menos que se encuentren métodos alternativos de alimentación o se aumente notablemente su producción.
La desigualdad económica y energética
El desarrollo económico de una nación depende en gran medida de su desarrollo energético. Es el caso de varios países que no tienen acceso ni posibilidades para desarrollar su industria energética, sin la cual no serán capaces de lograr el desarrollo económico y social adecuado para su población.
Seguridad social
Cuanto más se desarrolla un país, más aumenta la calidad de vida de sus habitantes. Sin embargo, aún existen estados que no consiguen desarrollarse debido a sus pésimas infraestructuras sanitarias, lo que facilita la posibilidad de contraer enfermedades infecciosas. En consecuencia, estas naciones ven frenado su progreso e incrementada la mortalidad de su población.
Envejecimiento de la población
Aunque bien conocido por todos, se desconoce una solución eficaz para resolver este problema ligado a la baja natalidad y especialmente vinculado a los países más desarrollados, donde el nivel y esperanza de vida es elevado. Se estima que para 2050 la población de varios de los países más desarrollados se haya reducido de forma acusada, llegando incluso a ser tres veces menor que la actual.