Lilia Arellano / Revolución TresPuntoCero
Alerta roja en todo México. La actual administración federal demostró fehacientemente que no sabe gobernar adecuadamente. Lo demuestran no sólo el mediocre desempeño de la economía, la impunidad de las fuerzas represivas enfocados en los movimientos sociales y la corrupción del sistema judicial. Lo exhibe la imparable devaluación del peso que cotiza a 16.44 por dólar este miércoles en ventanillas bancarias. Lo muestra crudamente el crecimiento de la pobreza en la que están inmersos 84.40 por ciento de la población; la extinción de la clase media que sólo representa el 6.78% de los mexicanos; la caída del ingreso de los trabajadores; y la concentración de la riqueza en el 1% de la población. La fuga de “el chapo” sólo es la cereza de este pastel.
La pérdida de valor del peso es el principal foco rojo en este momento. El peso se depreció 9.24% por ciento en lo que va del año, más que ninguna otra moneda de América Latina salvo la colombiana, en tanto la baja de los precios del petróleo debilita el crecimiento de la economía mexicana. En su cotización matutina de este miércoles, el dólar operaba al alza en 16.40 pesos a la venta y 15.80 a la compra en ventanillas de Banamex. Esa cotización es 12 centavos superior a su cierre del martes, cuando la divisa estadounidense cortó su racha de cuatro alzas y retrocedió ligeramente, a 16.28 unidades.
El lunes pasado, el peso se debilitó más allá de los 16 por dólar a un mínimo récord. JPMorgan Chase Co., y Citigroup habían pronosticado que la moneda caería a ese nivel a fin del tercer trimestre. Pero la caída libre del peso superó sus estimaciones. Desde diciembre del año pasado hasta la fecha, la Comisión de Cambios ha subastado 5 mil 184 millones de dólares para proveer al mercado de liquidez, y ante el creciente repunte del billete verde puede anunciar nuevas medidas de intervención.
Para el economista senior de BX+, Isaac Velasco, la fortaleza del dólar y la debilidad del peso llevarán el tipo de cambio hasta 16.70 en ventanillas bancarias en el corto plazo. El spot, tipo de cambio emitido por el Banco de México, se situará en los 16.40 pesos por dólar, dijo y subrayó que hay espacio para que la moneda mexicana siga depreciándose en las próximas semanas. Lo grave es que la baja podría desatar un éxodo de inversores extranjeros que ya se han visto afectados por caídas que duplican el promedio de los mercados emergentes en los últimos tres meses. “Las expectativas de un mayor debilitamiento posteriormente podrían llevar al éxodo de algunos inversionistas”, advirtió Sergio Luna, economista en jefe de la división local de Citigroup.
Analistas de Baclays Plc, como Marco Oviedo, pronostican que el peso caerá más allá 16.5 por dólar para fin de año. A su vez, Gabriel Lozano, de JPMorgan, explicó que “tenemos que reconocer que no hay demasiado margen para ser alcistas respecto al peso en el corto plazo”.
MAYOR POBREZA
El investigador del Colegio de México, Julio Boltvinik, sostiene que en lo que va de la presente administración federal aumentó el número de personas en pobreza y disminuyó la clase media en México. De acuerdo con su estudio “Evolución de la pobreza y estratificación social en México 2012-2014”, el total de población en pobreza pasó de 83.08 a 84.30 por ciento, mientras que la clase media bajó de 8.14 a 6.78 por ciento. En el país se rompió la marca de 100 millones de pobres. “Es una vergüenza”, señaló.
El estudio, que se basa en los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares del Inegi, precisa que al final del gobierno de Felipe Calderón había 97.4 millones de pobres, y en dos años de la gestión de Enrique Peña Nieto, “llegamos y rebasamos los 100 millones”. También destaca que “tenemos pobreza de ingreso porque tenemos 16 por ciento de desempleo y un deterioro brutal del poder adquisitivo del salario mínimo. Hay mucho desempleo, y los que están empleados han visto cómo sus salarios se van reduciendo”, explicó Boltvinik.
Los niveles de pobreza en el país no han cambiado en los últimos 20 años debido a la reducida tasa de crecimiento de la economía y la desigual distribución de los ingresos, indicó por su parte la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), quien también destaca que México es el único país latinoamericano que registra una tendencia regresiva en reducción de pobreza.
Coincide en que la pobreza procede en gran parte del amplio sector informal de trabajos de bajos salarios con una reducida productividad, la falta de acceso a la formación y las limitaciones de las redes de seguridad social. En el informe “Diagnóstico de desarrollo territorial de México”, la OCDE critica que “la efectividad de la política fiscal para la reducción de la desigualdad es aún muy limitada”.
Federico Bonaglia, asesor principal del director de Desarrollo de la OCDE, advierte que el crecimiento de la economía nacional se ha visto limitado por la subexplotación del potencial de desarrollo de todas las regiones del país y, en particular, por la falta de transformación estructural y despegue de la productividad. Instó al gobierno mexicano a invertir más recursos en la reducción de la pobreza y el crecimiento de la productividad, así como en políticas urbanas y territoriales. También indicó que no basta el crecimiento, es necesario también una adecuada redistribución para evitar que las brechas sociales sigan aumentado.
2016, MÁS DIFÍCIL
El próximo año, la economía de México enfrentará más retos externos derivados de la crisis griega, los mercados bursátiles en China, la normalización de la política monetaria de Estados Unidos, la desaceleración económica global y hasta el acuerdo nuclear entre EU e Irán, que impulsará la oferta mundial de hidrocarburos y presionará a la baja los precios del petróleo. El adverso escenario incluye menores ingresos por el desplome del petróleo, mayor deuda y un creciente déficit presupuestal.
Por lo anterior, es indispensable que el paquete económico de 2016, que se entregará a más tardar el próximo 8 de septiembre, debe ser una fuente de solidez para tener finanzas públicas sostenibles en el tiempo, dijo Rodrigo Barros, titular de la Unidad de Política de Ingresos de Hacienda. Sin embargo, de acuerdo con expertos que participaron en el primer foro Diagnóstico de las finanzas públicas, organizado por el CIDE (Centro de Investigación y Docencia Económicas), la Secretaría de Hacienda no tiene una metodología para elaborar un presupuesto base cero en 2016 que rompa con la inercia del gasto ineficiente de años anteriores. Advierten que sólo justificará un recorte “de machetazo” para enfrentar la disminución de los ingresos petroleros.
Javier González, integrante de la asociación Gestión Social y Cooperación, subraya que a finales de julio, Hacienda anunció una reducción de mil 97 programas a 851, pero no implica una mayor eficiencia del presupuesto. De hecho, dijo, en los últimos años ha disminuido el número de programas y el gasto aumenta. Fausto Fernández, investigador del CIDE, reprueba que el gobierno no tenga una política pública tangible que obligue a sus programas a comprobar su contribución al crecimiento económico o a la disminución de la pobreza. “Yo no veo un proyecto de Nación”, dijo al explicar que “el programa del gobierno fue aprobar reformas estructurales, no cambiar la política pública ni la manera en cómo se ejercen los recursos para atacar la pobreza, ni la manera de promover el crecimiento, la inversión o reducir la desigualdad”.
Los especialistas que participaron en ese foro coincidieron en que, aunado a las pocas herramientas para elaborar el presupuesto base cero, existe poco espacio para efectuar cambios en los egreso de 2016, ya que más de 80 por ciento de los recursos se encuentran comprometidos en gasto corriente y en programas establecidos por la ley.