Nisaly Brito Ramírez
Las mujeres no somos iguales. Cada una de nosotras representa una parte de la diversidad que nos brinda nuestro género y lucimos de manera particular una serie de complejidades que nos hacen únicas. Es por eso que la expresión “Todas las mujeres son..” no es correcta pues oculta, desde el discurso hegemónico y totalitario, las diferencias y exclusividades femeninas.
Se sabe que estamos determinadas por nuestras situaciones y condiciones de vida; por nuestra trayectoria económica, social, familiar e individual; por nuestra identidad y por nuestra construcción afectiva. Somos sujetos con una historia propia y amplia, que no merece ser reducida ni simplificada por prácticas universalizantes que nos invisibilizan y estigmatizan.
No es lo mismo hablar de mujeres ricas que mujeres pobres, afrodescendientes que blancas; citadinas que rurales, trabajadoras domésticas que diputadas, madres solteras que mujeres jóvenes; mujeres callejeras que figuras públicas, trabajadoras sexuales que oficinistas. Todas ellas necesitan acciones diferenciadas por parte de los Estados para responder con calidad y precisión a cada a sus demandas particulares y colectivas.
Para que todas las mujeres gocen de los mismos derechos es necesario construir políticas públicas incluyentes y fomentar vínculos solidarios “de mujer a mujer”, para que unas con otras colaboren y se empujen en la lucha igualitaria para el alcance de todos los derechos humanos.
Desde este principio, las mujeres que viven en mayor desprotección social necesitan de la empatía, apoyo y reconocimiento de otras mujeres que viven con más posibilidades de desarrollo. Para ello, debemos romper con las barreras construidas a partir de las diferencias de clase, origen étnico, diferencias culturales, nivel de educación, modo de vida o cualquier pretexto que genere y justifique la exclusión, para abrazar la lucha feminista como una oportunidad de igualdad dentro de nuestro propio género.
A continuación les compartiré algunos perfiles que pueden mostrar nuestra diversidad. Debo aclarar que no pretende ser una selección representativa ni mucho menos limitativa. Lo que verán/leerán es una muestra de lo infinito e inagotable que somos y de la necesidad de construir un mundo de mujeres donde quepamos todas.
Natalia Lafourcade – Artista
Es cantante, compositora, productora musical, diseñadora de moda y actriz mexicana nacida el 26 de febrero del 1984. Creció en un ambiente musical privilegiado al lado de su madre, pianista, y su padre clavicembalista. Durante su niñez y adolescencia se esforzó por aprender todos los géneros artísticos: baile, interpretación, pintura, guitarra, saxofón y piano. Actualmente es una mujer reconocida por sus éxitos musicales y por su gran sensibilidad social. En México se ha solidarizado con causas como “Un techo para mi país”, “Yo Soy 132” y la campaña “Sin etiquetas” para prevenir y erradicar la discriminación.
Nadia Balderas –Educadora de Calle
Mujer mexicana de 32 años. Defensora de los derechos humanos de las poblaciones callejeras y de los jóvenes que viven en alta exclusión social. Gracias a su liderazgo, capacidad educativa y elementos técnicos ha podido acompañar diferentes procesos educativos y replantear la vida de niños, niñas, mujeres y jóvenes que se encuentran en estado de indefensión. Es madre de un niño de 11 años, le gusta la fotografía y la música. Disfruta aprender de la vida y sus experiencias.
Socorro Rodríguez – Migrante
Migrante dominicana residente en México. Es licenciada en educación y madre soltera de un niño de 5 años. Se dedica al trabajo doméstico remunerado y los fines de semana vende dulces en un tianguis (mercado ambulante) del Distrito Federal. Le preocupa que las personas no crean en Dios. Su mayor angustia es un conseguir empleo para brindarle seguridad económica a su hijo. Le gusta cocinar, hacer amigos/as y conocer nuevos lugares.
Tiaré Scanda – Actriz
Actriz y cantante mexicana conocida por sus papeles en telenovelas como Muchachitas (1991), Cadenas de amargura (1991), Alma de hierro (2008), Qué pobres tan ricos (2014), entre otras. Es una mujer socialmente sensible, que se atreve a salir de la burbuja de la fama para encontrarse con realidades complejas como la desigualdad, la infancia en situación de desprotección y la discriminación. En varias ocasiones ha asumido la vocería de causas justas y nobles, dándole voz a quienes por su situación de desventaja, no la tienen. Ha logrado crear puentes entre distintos grupos humanos que por su modo de vida y realidad económica no podrían encontrarse.
Guadalupe Díaz – Vendedora ambulante
Mujer de 70 años de edad. Trabaja vendiendo chicles y cigarros en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Llega a su esquina de trabajo a las 7 de la noche y se retira a la 1 de la mañana. Todas las noches le paga 300 pesos mexicanos (900 dominicanos) a los policías para que la dejen establecerse junto con su mercancía. Dice que a veces no lleva dinero a su casa (porque se lo debe dar a los policías) y en otras ocasiones lleva entre 100 0 150 pesos mexicanos (300 pesos dominicanos) con los que tiene que pagar agua, luz, teléfono, comida y transporte.
Millizen Uribe – Periodista
Maestra en Periodismo Digital y Licenciada en Comunicación Social. Actualmente dirige el portal digital del Periódico Hoy (República Dominicana) y es activista social en temas de juventud, género y medio ambiente. Le preocupa la inequidad social, la injusta distribución de las riquezas, la desigualdad de género, la corrupción y el clientelismo político. En su tiempo libre le gusta compartir con su familia, leer, bailar, ver documentales de corte social y escribir poesía. Ha sido reconocida en múltiples ocasiones por sus logros académicos y profesionales y se ha convertido en una lideresa juvenil gracias a su espíritu combativo a favor de un país más justo, autónomo e incluyente.
Gloria García – Mujer indigente
Mujer mexicana de 35 años de edad que sobrevive en las calles del Distrito Federal. Se dedica a vender chicles y limpiar parabrisas en los semáforos de la Ciudad. Le preocupa no ver a sus hijos (El Estado mexicano se los quitó por considerarla incapaz de ser mamá) y no le gusta que le digan “vaga”, “mugrosa” e “irresponsable”. Le gusta bailar y dice no tener tiempo libre porque siempre está trabajando o cuidando a los 2 hijos que todavía viven con ella.
Ruth Pérez – Académica y activista social
Mujer México-Española de 37 años de edad. Doctora en Cambio Social con especialidad en Antropología Social. Es investigadora del Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos (CEMCA) y lleva a cabo estudios sobre movilidad sustentable, transporte y espacio público. Le preocupa la pobreza, la desigualdad social y la insostenibilidad de las ciudades. Disfruta compartir tiempo con su pareja, jugar en el parque con su hijo, practicar Reiki y meditación, hacer postres y disfrutar de su ciudad.
Ana Hernández – Paciente con discapacidad psicosocial
Mujer de 26 años de edad diagnosticada con esquizofrenia hace 3 años. Le gusta tener ropa nueva, maquillarse y bailar. Le preocupa que le digan “loca”, no conseguir empleo o no tener dinero para su medicamento. Disfruta estar con su novio, dormir y ver telenovelas.
María Romero – Ama de casa
Mujer de 65 años de edad. Desde muy joven se dedicó a la limpieza de oficinas. Actualmente se dedica a las labores del hogar y depende económicamente de sus hijos e hijas. No posee seguro médico ni pensión alimenticia por parte del Estado. Padece de esclerosos múltiple, hernia hiatal y problemas respiratorios. Le preocupa la delincuencia, el consumo de drogas y la falta de valores en los jóvenes. Le gusta ver películas, hacer las labores del hogar y estar con su familia.