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Del túnel al carrito de lavandería: las “absurdas” fugas de ‘El Chapo’

Rodrigo Caballero/ @RodCaballero

Morelia, Michoacán. “Lo imposible ha ocurrido” fue como calificó el diario El País de España a la segunda fuga del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera alias ‘El Chapo’ Guzmán y no es exagerado.

Según la versión de la Comisión Nacional de Seguridad casi a las 9 de la noche de éste sábado 11 de julio, las cámaras de video captaron por última vez a Guzmán Loera entrando a las regaderas “donde, habitualmente además de su aseo personal, lavan sus enseres” apunta un comunicado.

Con el paso de los minutos –continúa el boletín- notaron que no volvió a vérsele en el sistema de video y al ingresar a su celda la encontraron vacía por lo que de “inmediato” emitieron la alerta correspondiente.

Pero todo fue en vano, ‘El Chapo’ había logrado “lo imposible” fugarse por segunda vez consecutiva de un reclusorio federal; ahora se trata de Penal Federal del Altiplano mejor conocido como Almoloya o La Palma.

La “prisión de máxima seguridad” está ubicada en el Estado de México y cuenta con prisioneros como Osiel Cárdenas Guillén alias ‘El mata amigos’, Servando Gómez Martínez alias ‘La Tuta’, Rubén Oseguera González alias ‘El Menchito’, Omar Treviño Morales alias el ‘Z-42’ y el ex-alcalde de Iguala José Luis Abarca Velázquez.

Por un túnel de 1.5 kilómetros

El segundo Gran Escape de ‘El Chapo’ se dio ahora por un túnel de 1 kilómetro y medio que sale del Penal Federal y desemboca en una casa “en obra negra” del municipio de Almoloya de Juárez.

Así lo dio a conocer el comisionado para la seguridad a nivel federal, Monte Alejandro Rubido. Joaquín Guzmán se habría escapado por el único punto del penal “que no cuenta con cámaras de vigilancia”.

Al otro lado del túnel solamente queda la incertidumbre de las autoridades que ya trasladaron a 18 elementos de seguridad del penal para “tomarles la declaración” aunque sin fincarles responsabilidades ni a ellos ni a los directivos del reclusorio.

La administración de Enrique Peña Nieto queda en “ridículo” y las fuerzas federales de seguridad son ampliamente cuestionadas a nivel nacional e internacional por periódicos como The New York Times, El País, The Guardian y The Washington Post.

Atrás quedó el mega-operativo que capturó al ‘Chapo’ en el condiminio Miramar frente al malecón de Mazatlán, Sinaloa. Guzmán Loera no duró ni siquiera un año y seis meses recluido y ya volvió al top de los criminales más buscados tanto en México como en los Estados Unidos de América (EUA).

Las “absurdas” fugas de ‘El Chapo’

Era 1993 y la policía guatemalteca trasladaba a quien sería uno de los hombres más ricos del mundo, según la revista Forbes, en la cajuela de un automóvil. Lo entregaron a autoridades militares cerca de la frontera con México y fue acomodado en la Prisión Federal de Puente Grande en el Estado de Jalisco.

La noche del 18 de enero de 2001, Joaquín saldría escondido en un carro usado para trasladar ropa sucia. La Procuraduría General de la República (PGR) relató que el narcotraficante se les fue de las manos de la misma forma en que llegó: en el portaequipajes de un carro.

En aquel entonces, la PGR reconoció que –al menos- 71 funcionarios habían participado en la fuga por lo que periodistas como Anabel Hernández consideraron “absurda” la versión que pasó a la historia como “la fuga del carrito de lavandería”.

“Si tenía el apoyo de altos funcionarios dentro del penal porqué iba a salir escondido, ‘El Chapo’ salió caminando por la puerta principal” aseguró en entrevista la autora del libro Los Señores del Narco.

Inclusive, si no había apoyo directo si había negligencia o coacción para que se hiciera “la voluntad” de Joaquín Guzmán dentro de Puente Grande. Guadalupe Morfín, comisionada de Derechos Humanos de Jalisco en aquel entonces, tuvo en su poder información que en el año 2000 los funcionarios eran presionados o cooptados por ‘El Chapo’ quien aparentemente “gobernaba” en el reclusorio.

Reporte Índigo publicó un reportaje en el que reveló declaraciones de la causa penal 16/2001-III donde revela que funcionarios federales participaron en la fuga. Se trata de personajes allegados a las administraciones de los presidentes Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón.

Entre ellos se encuentran Jorge Tello Peón, titular del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) en 1999, quien fue subsecretario de Seguridad Pública a finales del sexenio de Zedillo y principios del gobierno de Fox; así como asesor de seguridad de Felipe Calderón Hinojosa.

También participaron personajes como Enrique Pérez Rodríguez, director adjunto de la Dirección General de Prevención y Readaptación Social de la Secretaría de Gobernación a fines del gobierno de Zedillo y titular del mismo organismo a principios de 2000.

Los documentos también señalan a Alejandro Alegre Rabiela que se desempeñó como director del Cisen en los últimos meses del sexenio de Ernesto Zedillo.

En 2001, las investigaciones de la fuga –aún abiertas- condujeron hacia altos funcionarios de tres administraciones distintas; se trata de encargados de seguridad que continúan libres y saltando de puesto en puesto y sexenio en sexenio.

Hasta dónde llegarán las investigaciones en el segundo gran escape de Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán y qué altos funcionarios tendrán que declarar además de los 18 trabajadores del penal que ya fueron requeridos.

Imposible saberlo, esas preguntas fueron las que Monte Alejandro Rubido no dio permiso de hacer durante su rueda de prensa.

12 julio, 2015
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