A diferencia del proceso electoral de 2018, para las elecciones de este año el Instituto Nacional Electoral (INE) observó una difuminación en el llamado turismo electoral, esto es, ciudadanos en bloque que registraban cambio de domicilio a lugares específicos.
La revisión de cambios atípicos de domicilios de grupos de electores, es una tarea que la autoridad electoral ha venido realizando desde procesos comiciales pasados. El hecho es que partidos y actores políticos para incidir en los resultados de la elección aplicaban la estrategia de concentrar electores en municipios que les fueran prioritarios, registrando su cambio de domicilio para garantizar su voto en esos lugares.
Jaime Quintero Gómez, vocal del Registro Federal en Michoacán recuerda que el INE tiene establecido un programa permanente para la revisión de este tipo de casos, “cuando se dan movimientos fuera de lo normal, es decir, muchos registros a un municipio determinado o que se detecte el registro de muchos ciudadanos en un mismo domicilio, se realiza un operativo para verificar que sean ciertos estos trámites”.
Cuando el INE detecta que los datos sobre el domicilio de ese grupo de personas son falsos, se procede a cancelar el registro, la nueva dirección.
“En este año no se han detectado ese tipo de irregularidades, no hay una situación anómala que pudiera ser objeto de alguna investigación; yo creo que en parte a que en proceso electorales se llegaron a presentar denuncias ante Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales, hubo sancionados, y también se dieron casos de ciudadanos procesados penalmente”.
El funcionario también atribuye como un aspecto fundamental para el abatimiento del turismo electoral, el que se celebren elecciones concurrentes, “creo que les resulta poco atractivo mover gente de un lado a otro porque en todos lados finalmente hay elecciones”.
Cabe recordar que en la pasada elección, el INE detectó movimientos de cambio de domicilio atípicos, en lugares como Lázaro Cárdenas con un total de 450 casos.