(3 de agosto, 2014).- Siendo la capital del país, el lugar de residencia de los poderes públicos federales, la segunda entidad con el mayor número de votantes y con una enorme capacidad para generar ingresos propios y no depender de la federación, entre otros muchos factores, convierten al Distrito Federal en la joya de la corona para las elecciones de 2015.
Los partidos políticos saben de la importancia que política y económicamente representa desde posicionarse en los distritos electorales o en las delegaciones, hasta gobernar una delegación o tener escaños en la Asamblea Legislativa. Por ende, ya empiezan a afinar sus alianzas, estrategias y planes de cara al proceso electoral del próximo año.
Algunos sondeos electorales ya vislumbran el mapa electoral. Por ejemplo, al día de hoy el PRD ganaría por sí sólo en Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Coyoacán, Iztacalco, Tlalpan, Xochimilco y Venustiano Carranza. Mientras que el PAN volvería a ganar en Benito Juárez.
Lo interesante es que hay ocho delegaciones donde la competencia electoral es muy cerrada, y son: Cuajimalpa cuya disputa sería entre PRI-PAN; Cuauhtémoc, entre PRD-PRI; Gustavo A. Madero, entre PRD-PRI; Iztapalapa, entre PRD-MORENA; Magdalena Contreras, entre PRD-MORENA; Miguel Hidalgo, entre PRD-PAN; Milpa Alta, entre PRD-PRI; y Tláhuac, entre PRD-PRI.
De esta breve radiografía pueden hacerse muchas lecturas, pero las principales son: 1) El PRD podría perder la hegemonía política y electoral que ha tenido en la Ciudad de México durante casi dos décadas; 2) MORENA llegaría a tener dos gobiernos delegacionales en su primera elección como partido político, uno de ellos podría ser la delegación más importante del DF en cuanto a población se refiere (Iztapalapa); y 3) Como bien apunta ese dicho de que “divide y vencerás”, mientras más fracturada esté la izquierda más fuerte serán el PRI y al PAN, que con esta tendencia serán los más beneficiados.
