En un contexto de permanente asedio como el que ha vivido el proceso bolivariano desde tiempos de Chávez el servicio exterior venezolano ha sido exigido como ningún otro grupo diplomático en en la región, en cada versión del golpe la férrea posición de la diplomacia bolivariana ha salido airosa en las diferentes instancias multilaterales, teniendo puentes de entendimiento mutuo con las naciones del mundo y sobre todo construyendo desde la honestidad una gran resistencia al golpismo imperial y a la subordinación política de los países de la región.
Grandes nombres han defendido a Venezuela en escenarios como la ONU, el Mercosur, la OEA, desde el mismo Nicolás Maduro, Samuel Moncada, pasando por Delcy Rodriguez hasta llegar al joven canciller Jorge Arreaza, al cual le ha tocado dar la cara por un proyecto humanista como el bolivariano y por la soberanía de toda la región latinoamericana acechada ahora por unos envejecidos buitres del amedrentamiento estadounidense como los tristemente celebres, John Bolton y Elliot Abrams.
El día de hoy, cuando la tramoya más vergonzosa de los últimos tiempos se evapora cual desagradable flatulencia junto con cada argumento ‘’creíble’’ entorno a Juan Guaidó, el amedrentamiento vuelve a recobrar la retórica guerrerista en la forma de John Bolton quien vuelve a proferir el mantra que tanto emociona a la oposición venezolana: ‘’todas las opciones están sobre la mesa’’.
Ante esta situación que pretende veladamente adelantar un cambio en la estrategia golpista, el servicio exterior lo vuelve hacer en su papel de disputar el sentido y la verdad histórica, y en palabras del canciller Arreaza, se alista otra victoria en el debate de las ideas con cierta jocosidad y mucho más de sentido común, mencionando públicamente desde su cuenta de Twitter la mentira repetida mil una vez por miembros de la administración de Donald Trump, puesto que la diplomacia, ni el dialogo, ni el respeto al derecho internacional han sido opciones manejadas por el golpismo que parece no cansarse de la derrota.