Záyin Dáleth Villavicencio / @ZayinDaleth3_0
Morelia, Michoacán.- José Manuel Mireles Valverde, miembro del Consejo Ciudadano de Autodefensa del municipio de Tepalcatepec, se ha proyectado como una de las figuras públicas más reconocidas a nivel nacional e internacional, luego del 24 de febrero del 2013, cuando este municipio enclavado en la región de Tierra Caliente en Michoacán, se levantó en armas.
A partir de entonces, las declaraciones del médico cirujano de profesión han dado la vuelta al mundo, desde que hartos de “pagar derechos por vivir”, en Tepalcatepec, La Ruana y Buenavista, se levantaron contra el crimen organizado y el cartel que por más de 12 años a azotado la región.
Desde entonces, Mireles ha hecho polémicas declaraciones en torno a la situación de seguridad que atraviesa Michoacán, y ha señalado en múltiples entrevistas la colusión del gobierno del estado y de los presidentes municipales con el crimen organizado.
Sus palabras han hecho eco, no sólo en la clase política o en los medios de comunicación que buscan una voz desde las trincheras de lo que ha advertido se ha convertido en una zona de guerra, sino también desde la población a la que de poblado en poblado ha ido a convocar al levantamiento armado.
Por encabezar de manera pública el alzamiento de grupos de civiles armados en 13 municipios de Michoacán y más de 60 poblados, en contra del cartel Los Caballeros Templarios, Mireles Valverde es reconocido hoy por el mundo como “El Insurgente”.
Algunos lo han catalogado como “El levantado”, pero ya que lidera el alzamiento o levantamiento “del pueblo para defender al pueblo”, como él ha denominado a el movimiento social con violentas manifestaciones de rechazo a la autoridad, se le ha catalogado como el nuevo líder de la insurgencia.
Sin embargo, el egresado de la Universidad Michoacana, ha advertido: “No somos militares, no somos guerrilleros, yo soy médico cirujano, hay otros compañeros ingenieros, otros agrónomos, otros son empresarios. Simplemente observamos lo que hicieron los purépechas y lo hicimos”, explicó.
Esto tras señalar que las autodefensas, han asumido no la gobernanza, sino el control de la seguridad que el Estado ha sido incapaz de garantizar para la población, tras el cobro de extorsiones, secuestros, levantones y ejecuciones de los que Michoacán ha sido víctima en los últimos años.
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