Alejandro Baltazar/ @Doncaracol3_0
La organización Fund For Peace presentó la décima edición del Índice de Estados Fallidos, donde Sudán del Sur se posiciona en el número uno, seguido de quien portó esa posición en los últimos años, Somalia.
Por su parte, el Estado mejor evaluado es Finlandia, país que se ha mantenido en las mejores condiciones, seguido de Dinamarca, Noruega y Suecia, que en conjunto presentan los indicadores sociales y económicos más fuertes.
Mientras tanto México, mostró una mejoría en materia de Derechos Humanos y en el rubro de fuerzas de seguridad, lo que lo posicionó en el lugar 105, luego que en el año anterior se ubicara en la posición 97.
De la misma forma, México ha presentado leves mejorías en los últimos años, puesto que en el año 2012 se ubicó en la posición 97; a pesar de ello, el país se mantiene dentro de la categoría de ‘High Warining’ o Alta Alerta, puesto que sus indicadores no son satisfactorios.
Prueba de ello es el 4.9 de calificación que presenta México en el rubro de ‘Línea Económica’ y 4.3 que registró en el rubro de ‘Refugiados y Personas desplazadas’, esto derivado a la crisis de seguridad, entre otros rubros evaluados en la medianía del cinco.
Con 71.1 puntos de promedio, México se ubica apenas por encima de países como Guyana y Cuba, los cuales obtuvieron 71 y 70.8 puntos respectivamente, y por debajo de países como Armenia y Namibia que registraron 71.3 y 74.5 puntos en ese orden.
Found for Peace, evalúa a 178 países y se basa en 12 indicadores sociales, económicos y políticos que presionan a los Estados, además incluyen otro cien sub-indicadores, con lo que evalúa la legitimidad del Estado, Grupo de Quejas y Derechos Humanos, calificando en escala del uno al diez.
Esto se realiza a partir del análisis de millones de documentos públicos, datos duros cuantitativos y cualitativos, así como la evaluación por parte de analistas, con lo cual se determina que una puntuación alta se obtiene de un Estado con alta injerencia en los rubros que se evalúan y por el contrario, una baja calificación se traduce en riesgo de alta inestabilidad.
Desde hace diez años el Índice de Estados Fallidos se ha convertido en un referente de evaluación de las presiones sobre los Estados que repercuten en los ciudadanos en cuestiones sociales, ambientales, económicas, políticas y de seguridad.
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