Un niño hondureño, de siete años de edad, murió ahogado mientras intentaba cruzar el Río Bravo para reunirse con sus padres en Estados Unidos.
El pequeño quería reunirse en Atlanta, Georgia, con sus padres Bonilla-Melgar, quienes emigraron al país del norte por problemas económicos.
Medios locales señalan que la pareja salió de centroamérica a la Unión Americana para trabajar, obtener más recursos y poder pagar el tratamiento médico de su otra hija que estaba enferma.
El diario La Prensa de Honduras, dijo que la balsa en la que viajaba el niño se volteó en el sector de Piedras Negras, en la frontera entre México y Texas. Autoridades correspondientes fueron los encargados de informar a la pareja que su hijo falleció ahogado.
En 10 días presentarán el plan para atender migración en México
