El ataque a los estudiantes de Ayotzinapa el pasado 26 y 27 de septiembre de 2014 es, desde la perspectiva de los familiares de las víctimas, los normalistas sobrevivientes, y diversos analistas políticos, un embate directo por parte del gobierno en contra de uno de los bastiones que se ha mantenido en lucha desde hace varias décadas.
A un año de los hechos trágicos que culminaron con la desaparición forzada de 43 normalistas, el asesinato de 6 personas, y una lista de varios heridos, la consigan no cesa y los señalamientos que responsabilizan a los tres órdenes de gobierno de los hechos sucedidos -ya sea por acción u omisión- se mantienen.
Para Levy Hernández, estudiante de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, y Secretario de Relaciones Exteriores de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), lo ocurrido en Iguala la noche del 26 de septiembre no es sino otro caso de una “una agresión por parte del gobierno”.
El estudiante recordó que la Normal Rural de Ayotzinapa, y en general todas las normales rurales del país, siempre “han sido un foco rojo” para el gobierno, por lo que las agresiones han estado presentes en diversas etapas de su historia. Manifestó que la única repuesta que han recibido del gobierno a los largo de los años es la represión: “Siempre hemos sido el foco rojo del gobierno (…) el gobierno ve en nuestras normales rurales un carga y amenaza (…) El caso Ayotzinapa es una forma de represión, en donde queda claro que la represión es la forma de darnos solución como normalistas cuando exigimos lo que nos corresponde. La represión contras las normales se ve, no sólo es Ayotzinapa, las demás escuelas también han tenido problemáticas, los casos más recientes fue el 15 de septiembre en Panotla, Tlaxcala, cuando las compañeras normalistas salieron a manifestarse porque no habían cumplido su nuevo ingreso, su matrícula, y su pliego petitorio. Las compañeras fueron reprimidas, agredidas, y golpeadas. También los compañeros de Tiripetio, Michoacán, que hacían una actividad por Ayotzinapa de forma pacífica y fueron agredidos por parte de cuerpos policiacos.”, señaló.
A un año de los hechos, el normalista insistió en que los padres y madres de sus compañeros, así como los estudiantes, no quitan el dedo renglón y “seguimos haciendo responsable al gobierno federal, estatal y municipal porque fueron policías municipales, estatales, ministeriales y el ejército mexicano quien atentó contra nosotros. En ningún momento hicimos actos de violencia o de vandalismo, nosotros actuamos de forma pacífica. Sin ningún motivo los policías municipales nos detuvieron, nos empezaron a disparar sin aviso, ni nada, sólo llegaron a disparar, asesinando a uno de nuestros compañeros”
Continuó; “cuando sucedió el ataque realizamos una conferencia de prensa para dar a conocer lo que estaba pasando, y policías municipales y ministeriales junto con dos convoyes de grupos no identificados llegaron a agredirnos, con armas de gruesos calibre, nuevamente atentando contra todos los que nos encontrábamos ahí, disparando sin importar que había personas de la tercera edad, mujeres y niños”.
Seguiremos exigiendo la aparición con vida con de nuestros compañeros
Levy Hernández afirmó que pese a la insistencia del gobierno de dar por muertos a los normalistas desaparecidos, para los padres y madres de las víctimas, así como para los alumnos de Ayotzinapa, la esperanza sigue viva y hasta que no existan pruebas contundentes, continuarán exigiendo la presentación con vida.
Además, dijo, no bajaran los brazos y mantendrán la lucha para exigir justicia y castigo para los responsables intelectuales y materiales del ataque en Iguala.
“Seguimos exigiendo la aparición con vida de los 43 compañeros, castigo a los culpables materiales e intelectuales de los hechos ocurridos, y atención médica inmediata para los compañeros lesionados.También queremos la verdad de lo que ocurrió aquel día. Como estudiantes hemos considerado que nuestros compañeros están vivos, porque así lo hemos mantenido en nuestras consignas. No nos negamos a la posibilidad de que nuestros compañeros fueron asesinados, pero mientras no nos den pruebas científicas y concretas de que fue lo que paso, nosotros los vamos a seguir buscando vivos y no como su versión histórica de Murillo Karam”, sostuvo.
Aunado a lo anterior, reiteró que los padres y madres de familia, al igual que los estudiantes normalistas no han creído nunca las versiones de la PGR. Sobre la “verdad histórica”, expresó que Murillo Karam “no estaba para darnos suposiciones o versiones históricas, estaba para darnos una solución con hechos jurídicos. Vamos a seguir luchando hasta encontrar la verdad, y encontrar a nuestros compañeros vivos”.
Las normales rurales han sido combativas
Hernández reiteró que las normales rurales se han caracterizado, desde su creación, por ser combativas y revolucionarias. Dijo que la organización y la protesta siempre han sido las armas para afrontar los intentos de los gobiernos federales por desaparecerlas:
“Nos hemos caracterizado por ser normales combativas y revolucionarias. Las normales es un proyecto bueno, impulsado por Lázaro Cárdenas, por campesinos y obreros, para que sus hijos tuvieran mejor educación. Trabajamos con 5 ejes, uno de ellos, el político, en donde tratamos de concientizar a los pueblos, y tratar de quitar esa enajenación que reciben por parte del gobierno (…) Las normales rurales siempre han sobrevivido con las protestas y organización, porque hemos comprendido que al gobierno le tenemos que exigir, si se lo pedimos de favor nunca nos dan lo que por ley nos corresponde”, señaló
Reiteró que las normales rurales, como una de las últimas herencias vivas del cardenismo, es un proyecto que se debe defender porque “han formado docentes conscientes que llevan educación a los pueblos más marginados y remotos, en regiones de la montaña y la sierra”.