César Vázquez / @LetraMia
Morelia, Michoacán.-Cuando aparentaba que las casas del estudiante de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) daban el primer paso para dirimir sus problemas y fortalecer a la Coordinadora de Universitarios en Lucha (CUL), la crisis se agudiza y se refleja una división.
La noche del sábado las casas del estudiante Lucio Cabañas y América libre estuvieron a punto de confrontarse, luego de un serio conflicto entre ambas por la expulsión de varias moradoras que habitan en los inmuebles femeniles, a las que acusan de cometer serias faltas que merecen la expulsión.
El pasado viernes 24 de abril, en rueda de prensa varios consejeros de la CUL reconocieron ante los medios de comunicación que había problemas en el interior de las moradas y dieron muestras de cordura al anunciar también que hablarían con las estudiantes para conocer su postura, pero aunque nunca dijeron cuáles eran las faltas, siempre anunciaron que serían sancionadas con apego al reglamento.
A pregunta expresa de la prensa de cuáles fueron las faltas en las que incurrieron para ser expulsadas, éstos dieron respuestas generalizadas como que incurrieron a faltas a los estatutos o no acatar los reglamentos de la Coordinadora, sin embargo no mencionaron casos particulares.
En las últimas 4 noches han estallado conflictos en las casas América libre y Rosa Luxemburgo, el sábado por la madrugada fueron echadas a la calle alrededor de diez señoritas, algunas de primer año de licenciatura, la mayoría son originarias de la Meseta Purépecha, por lo que al comunicarse con sus padres y decirles que están en la calle, estos acudieron presurosos a su amparo.
De acuerdo a versiones de las expulsadas, todo tiene que ver con división interna, resultado aparente de una infiltración de Dolores Govea, encargado de Asuntos Estudiantiles de la UMSNH, quien valiéndose de “porros”, ha logrado destrozar la fortaleza que tenía otrora la CUL.
Bajo esta teoría, todo apunta a que la autoridad estaría logrando su cometido, pues nunca como otros años había tanta división interna ni declaraciones de pleitos entre los mismos albergues de estudiantes, que por años habían luchado hombro a hombro contra las imposiciones de las autoridades.
Ahora lo único evidente es un descontrol donde asoma la incapacidad operativa de la CUL, la crisis se agudiza incluso porque la representante general de la Coordinadora pertenece a una casa de estudiantes ubicada en la ciudad de Uruapan, mientras las 13 casas de la CUL están mayoritariamente localizadas en la capital michoacana.
La figura comparativa de las casas de estudiante es la orfandad, están desamparadas y descontroladas, es una bomba de tiempo que apunta a un conflicto interno que de un momento a otro podría estallar, y finalmente, la situación será aprovechada para que las autoridades universitarias impongan un control sobre ellas, como seleccionar quién las puede habitar, bajo qué condiciones, recortarles presupuestos, reubicarlas en caso necesario, entre otras medidas más que desde años se vienen ventilando como amenazas.
Sobre los albergues se cierne una evidente amenaza que podría terminar con la vida que por años han llevado, gracias a ellas millones de alumnos de escasos recursos han logrado un porvenir, una licenciatura y hasta una oportunidad de vida para los egresados y sus familias. La moneda está en el aire.