El avión identificado en Estados Unidos como TP-01, y en México conocido como el “avión presidencial” que Enrique Peña Nieto compró en 218 millones de dólares, regresara a México después de que no hubiera nadie interesado en adquirirlo.
La ostentosa aeronave, estrenada en febrero del 2016, con el paso de los años ha perdido valor, ya que el último avalúo fue de 130 millones de dólares, refirió el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
En cambio, el costo de manutención del Boeing 787-8 va en aumento, por lo que el Gobierno de México ha decidido trasladarlo del hangar en Victorville, California, a México, para su resguardo, exhibición y posible venta.
En la conferencia de prensa matutina, Jorge Mendoza Sánchez, director general del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), explicó que en junio de 2019 de los 42 potenciales compradores al final solo 2 presentaron propuestas que no se concretaron.
También le preguntaron al presidente si ofrecieron el avión al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y dijo que sí se negoció e incluso habrían aceptado pago en especie, con equipo médico, pero no se concretó ningún acuerdo.
El TP-01 llegará al Hangar Presidencial o lo enviarán a la base militar de Santa Lucía, donde se mantendrá hasta que logre ser vendido o incluso podría rentarse por hora.