LA PERSISTENTE LLUVIA
“Te quiero como nadie te ha querido
te quiero como nadie te querrá
no creas que son sólo palabritas
que se dicen nadamás…”
—¡¿Ya lo ves hijo?! ¡Tu madre es una culera!
—¡Que dice que ya se meta, que ya tomó mucho!
—¡Que no, que aquí me quedo! ¡Que se asome y me lo diga la cabrona!
“Te quiero como nadie te ha querido
te quiero como nadie te querrá
no creas que son sólo palabritas
que se dicen nadamás…”
—¡Súbale a la serenata compadre, que sienta la llaga este dolor! ¡No creas que son sólo palabritaaas…! ¡Viejaaa! ¡Viejaaa! ¡Aviéntame una cobija porque aquí me voy a quedar! ¡Yo no duermo con culeras!
“Te quiero como nadie te ha querido
te quiero como nadie te querrá
no creas que son sólo palabritas
que se dicen nadamás…”
—Jefe, ya métase a la casa…
——¡Que no, que aquí me quedo! ¡Ni se asoma la cabrona…! ¡Lo estás viendo hijo, tu madre es una culera!
“Te quiero como nadie te ha querido
te quiero como nadie te querrá
no creas que son sólo palabritas
que se dicen nadamás…”
—-¡Te quiero como nadie te querra-a-a…! ¡Viejaaa te quieroooo….. pero eres una culeraaa!
—Ya métase compadre…
—¡Que no! ¡Con culeras no duermo! ¡Mejor vámonos al Cabaré, con las putas, porque aquí no nos quieren!
“Te quiero como nadie te ha querido
te quiero como nadie te querrá
no creas que son sólo palabritas
que se dicen nadamás…”