César Vázquez / @LetraMia
Morelia, Michoacán.-En el estado de Michoacán no hay ninguna autoridad que vigile las condiciones de confinamiento temporal que tienen los vehículos automotores en los corralones, sobre todo para prevenir los riegos ambientales que generan los vehículos abandonados o chocados.
Durante su almacenamiento, que en ocasiones llega a ser años, hay un elevado escurrimiento de lixiviados como aceites, gasolinas, anticongelantes o ácidos de batería.
En este tenor, el Procurador Ambiental Arturo guzmán Abrego reconoció que los corralones deben contar con medidas especiales para su resguardo a fin de evitar este tipo de contaminación de suelos y mantos acuíferos, pero no es común hacer inspecciones en este tema.
Los residuos que se pueden generar en los corralones, por ser algunos de ellos materiales peligrosos, le compete normarlos a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiental (Profepa).
Pero también a la ProAm tiene injerencia por el acumulamiento de chatarras, que a pesar de estar en un resguardo jurídico, los establecimientos deben contar con medidas suficientes para prevenir la contaminación ambiental.
En estos centros se reciben una gran cantidad de vehículos chocados, se almacenan en calidad de resguardo, no se pueden tocar por tratarse de propiedades particulares o hasta que termine la averiguación previa, que a veces tarda años.
Este tipo de vehículos son los que más existen en los corralones, y son los que generan más contaminantes por tener partes agrietadas que permiten el escurrimiento de químicos que se utilizan al interior del motor u otros depósitos de consumibles que también son peligrosos.
Pero en ningún corralón de los que hay en el estado, se conoce que opere bajo alguna norma ecológica o apegado a una ley ambiental a fin de proteger los suelos, fauna silvestre y doméstica, incluso para prevenir siniestros como explosiones o incendios en cadena, como ya ha ocurrido en algunos corralones.
Otros vehículos están en completo abandono, ya sea porque el culpable de algún accidente se dio a la fuga o porque la gente prefiere perder el vehículo que reparar los daños, pagar multas de tránsito y los costos de resguardo que se genera.