Más del 80 por ciento de los hoteles en Mazatlán, Sinaloa arrojan miles de litros de grasa animal y vegetal mediante las descargas de aguas residuales a los sistemas de alcantarillado, con lo que incumplen normas federales de protección ambiental, y contribuyen al deterioro de la red de drenaje, aseguró el director de Ecologia y del Medio Ambiente del municipio, Ángel García Contreras.
De acuerdo con la norma Norma Oficial Mexicana NOM-002-SEMARNAT-1996, existen límites establecidos de contaminantes que los usuarios no domésticos de la red del drenaje no pueden lanzar, pero como sólo 57 hoteles o centros de hospedaje se encuentran dentro de la norma, se encarecen los costos para el tratamiento, y se afectan considerablemente la misma red y la planta de tratamiento.
El funcionario mazatleco indicó que mientras las norma establece que la demanda bioquímica de oxigeno debe estar por debajo de 150, y los sólidos suspendidos en menos de 200, se vierten arriba de mil, pues a pesar de que la Dirección de Ecología y Medio Ambiente ha impuesto distintas medidas, los conjuntos hoteleros se niegan a acatarlas
El pasado 23 de abril, con la presencia de Peña Nieto y el titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), David Korendfel, se anunció que la inversión de 227 millones de pesos en la planta El Crestón era con el fin de generar una integración de agua a la había de Mazatlan de manera más limpia y que fuera amigable con el ecosistema marino, aunque para García Contreras lo único visible era el riesgo en la certificación de las playas.
Para el director de Ecologia y Medio Ambiente, aunque se anunció que la planta era para desarrollar las condiciones turísticas de la entidad, no es así y para muestra indicó que sólo Playa Verde Camacho, catalogada por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) como de uso prioritario para la conservación, y Playa Gaviotas, de uso recreativo se encuentran certificadas.