Según datos de Inegi, el nivel de ingresos de la población ocupada de las entidades federativas del país, se precarizó durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Al final del 2012, 36.1% de los ocupados del país ganaba hasta 2 salarios mínimos, mientras al finalizar el 2018, este coeficiente llegó a 43.7%, que significó un aumento de los mexicanos que ingresan bajos recursos.
En 2018 el salario mínimo fue de 88.36 pesos diarios, por lo que 2 salarios mínimos equivalen a un salario mensual de 5,301.60 pesos.
Mientras los ocupados que captaban más de 5 salarios mínimos es decir 13,254.00 pesos mensuales pasaron de 8.0 a 4.5% en el periodo de estudio.
Los indicadores manifiestan que en la anterior administración federal empeoraron las condiciones laborales de los trabajadores.
De forma más detallada Tabasco fue el más castigado en materia de ingresos, ya que registró el mayor crecimiento, en puntos porcentuales, de los ocupados que perciben hasta 2 salarios mínimos , así como el descenso más pronunciado de los ocupados que ingresan más de 5 salarios mínimos.
Seguido de esta entidad, con 2 salarios mínimos se encontró Oaxaca al pasar de 36.8% a 53.4% de 2012 a 2018, Estado de México de 34.8 a 47.9% y Campeche de 42.4 a 54.6%).
En San Luis Potosí, Jalisco y Querétaro fueron los territorios donde menos creció la población ocupada con ingresos inferiores a 2 salarios mínimos en la administración federal pasada, y en Chihuahua, Querétaro y San Luis Potosí donde la disminución en más de 5 salarios mínimos fue menos pronunciada.
La frontera norte presentó resultados contrarios al sur-sureste, es decir, fue la zona con mejores condiciones laborales.
Baja California fue la segunda entidad, donde más disminuyó el porcentaje de ocupados que perciben más de 5 salarios mínimos, entre el 2012 y el 2018.
Mientras que Baja California Sur y Quintana Roo destacaron por registrar una merma en ingresos, a pesar de ser los estados con mayor dinamismo económico, junto al Bajío, en los últimos años.
