Empecé a participar en política a los 13 años de edad en la campaña a Gobernador del Antropólogo Lázaro Cárdenas Batel, me integre de lleno como simpatizante en el proceso de desafuero de Andrés Manuel López Obrador a mis 17 años, desde ese momento, jamás deje de participar en procesos de formación política, primero como un cuadro joven que aspiraba a acumular las herramientas y conocimientos necesarios para adquirir la capacidad de coadyuvar en el proceso de trasformación del país, participe en todas las campañas políticas constitucionales e internas y en todos los movimientos, consultas, resistencias y movilizaciones convocadas, aun con la escisión que se dieron en los años previos a la decisión que hoy tomo, yo seguía creyendo, en los documentos básicos, en la plataforma política, en la noble militancia, en una resistencia interna hacia los proyectos entreguistas como el “Pacto por México” y las alianzas subsecuentes con el PAN, sin embargo las burdas ambiciones de unos cuantos vencieron en la batalla interna, la mística del Sol Azteca se difumino ante mis ojos por el eclipse neoliberal de unos cuantos disfrazados de pluralismo interno, hoy ante la innegable avanzada progresista que existe en el Estado mexicano el PRD sigue ciego a los avances en materia de derechos humanos, de austeridad, la eliminación de practicas neoliberales como el outsourcing y múltiples progresos de infraestructura, yo en particular estaba dispuesto a formar una oposición, pero una oposición de izquierda que le exigiera al ejecutivo ahondar en las reformas y en los caminos programáticos en contra de los sistemas de dominación a nivel internacional y las elites nacionales.
Sin embargo, ante la imposición de una alianza con los impresentables opositores de toda la vida, el PAN y el PRI, me queda claro que cumplí mi palabra y me quedé a cerrar la puerta, me queda claro que el sistema político mexicano, cambiará a un bipartidismo donde por un lado estarán aquellos conservadores y por otro lado los liberales sin tintes cenizos y medios términos, está renuncia tal vez les suene atípica por que a diferencia de todas no es por la consecución de espacios internos y/o candidaturas, esta renuncia es la de un simple, humilde, pero fiel militante que aún trata de conservar un ápice de integridad.
Motivo por el cual hoy presento mi renuncia con carácter de irrevocable a la militancia de 16 años, la mitad de mi vida a mi apreciado, desecho y carcomido Partido de la Revolución Democrática, dejando con ella un trozo de mi alma en cada compañero fallecido y en cada camarada traicionado.
Atentamente
Lic. Edén Alonso Martínez Méndez