Luego de obtener su libertad en diciembre pasado, Jesús Reyna García salió este miércoles ante los medios de comunicación para hablar de su caso, en donde confirmó que fue el exgobernador Fausto Vallejo quien lo entregó.
En el espacio de un foro de teatro ubicado en el centro de la capital michoacana, atestado de reporteros, Reyna García habló largamente del proceso legal que enfrentó, en donde la manera en que fue detenido saltó por estar involucrado el exmandatario Vallejo.
“El 4 de abril de 2014 Fausto Vallejo Figueroa, entonces Gobernador del Estado, me citó para acuerdo a las cuatro de la tarde, después lo pospuso para las cinco. Estuve en la oficina del Jefe de la Oficina del Gobernador, no me enteré de lo que pasaba a mis espaldas.
“Más de media hora pasó para que el Jefe de la Oficina me dijera que pasara al despacho del Ejecutivo. Cuando entré, estaban sentados en la mesa, junto con él, dos personas armadas y con la placa de policía ministerial, y el Jefe de Prensa del Comisionado Especial en Michoacán.
“Sin decir palabra alguna y sin que yo tomara asiento, Fausto Vallejo hizo un gesto hacia el Jefe ministerial y éste me dijo que el Procurador me requería para hablar conmigo en su despacho en la Ciudad de México que les acompañara. Salí del despacho del Gobernador escoltado por ministeriales y trasladado a la Ciudad de México en un helicóptero de la PGR. Así concluyó la relación, así se comportó el Gobernador, sin palabras esa tarde, sin palabras hasta el día de hoy”.
En la sesión de preguntas y respuestas cuestionado sobre posibles vínculos delincuenciales de Vallejo Figueroa, Reyna García dejó en claro que en la exposición hecha previamente no había hecho alusión alguna a tal hecho.
En la exposición del oriundo de Huetamo, fueron varias veces los que el nombre de Vallejo salió a relucir, la primera fue la relacionada con su detención.
Otra se fue en relación a la petición que se le formuló para que inculpara a Vallejo: “un michoacano asentado en una delegación federal como la gente de confianza del delegado designado en tal dependencia por el Comisionado Especial Alfredo Castillo, contactó a mi familia y dijo a un hermano mío, que declarara en contra de Fausto Vallejo y el empresario Manuel Nocetti, desconozco la intención como también algo de lo que yo pudiera acusar a este empresario, y que me ayudarían; al no tener respuesta, pidieron por el mismo conducto contactar a otra persona de mi familia, se trasladó y vino de donde reside mi hermano mayor, ya a él le pidió dos millones de dólares para dejarme en libertad”.
Habló de un encuentro que su hija sostuvo con Castillo en donde el nombre de Fausto volvió a relucir: “pocos meses después de mi detención, mi hija Ruth, en su tenacidad y desesperación, logró una entrevista con el Comisionado Especial para Michoacán, Alfredo Castillo, se hizo acompañar por una diputada local, él les dijo que el video se lo había entregado Fausto Vallejo Figueroa en compañía de Guillermo Guzmán Fuentes, jefe de la Oficina del Gobernador, en Casa de Gobierno, a las 0:30 horas del día de mi detención, y que Fausto Vallejo, había propiciado esa situación. Posteriormente, el Comisionado Especial comentó lo mismo con otras personas”.
En el esbozo del contexto estatal previo a su detención, Reyna García dibujó los términos en que se encontraba su relación con Vallejo: “a fines de enero de 2014, el nivel de disputa entre Fausto Vallejo y Luisa María Calderón, estaba en un alto y frecuente nivel en medios de comunicación. En ocasión de un acuerdo con el Gobernador, le comenté e insistí en que abandonara ese tema, que no aportaba nada, y expresé argumentos de carácter político; me dijo que de ninguna manera, que se había metido con su familia y que eso no lo iba a permitir.
“Le precisé que entendía la lealtad como un principio de decir la verdad, para luego decirle que en el común de la gente había reiterados comentarios sobre el comportamiento de sus hijos. Aprecié en ese momento un Gobernador impactado, hoy no sé si por lo que le dije o por mi imprudencia; no tuve la capacidad para reconocer que se había roto toda confianza”.