El Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, reafirmó este miércoles que busca prohibir, no sólo regular, la subcontratación laboral o el “outsourcing“, al considerar que permite la evasión fiscal de “mucho más” de 21 mil millones de pesos (casi 990 millones de dólares).
“Ya lo intentamos, pero hay quienes no ayudan. Son de esas decisiones en donde pagan justos por pecadores. Hay muchos empresarios responsables, pero hay otros y en sentido estricto ni siquiera son empresarios, son coyotes, traficantes de influencias”, afirmó en su rueda de prensa matutina.
El actual Gobierno mexicano ha integrado desde enero pasado un grupo intersectorial para combatir la subcontratación irregular, un esquema que presuntamente resultó en 380 mil despidos en 2019.
Previo a la pandemia, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) reportó la existencia de 6 mil empresas que se dedican a la “subcontratación abusiva” y de 5 millones de trabajadores bajo el esquema de “outsourcing”.
“Cuando empezó la pandemia, empezaron a manifestarse muchos trabajadores, que los estaban despidiendo sin reconocerles ningún derecho y no era propiamente una empresa”, denunció el presidente este miércoles en Palacio Nacional.
La intención de López Obrador despertó reclamos de asociaciones empresariales como la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), que alertaron que desaparecer esta figura resultaría en despidos masivos.
“La subcontratación es una modalidad de la relación laboral que se debe preservar. Muchas empresas realizan esa actividad con legalidad. La amenaza del presidente de promover una iniciativa para prohibir el ‘outsourcing’ implicaría la pérdida de millones de empleos”, afirmó Gustavo de Hoyos, presidente de Coparmex.
Aunque prometió analizar los reclamos, el mandatario insistió en que hará una reforma que “no puedan burlar de nuevo” al reiterar que todos los empleados formales deben recibir un “salario justo” y estar inscritos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
En la rueda de prensa presentó datos del IMSS que muestran que sólo 59 por ciento de las cerca de 20 millones de plazas formales registradas son permanentes, mientras que el resto son eventuales.
Esto, argumentó, permite despedir a trabajadores a finales de año para evitar el pago de prestaciones y después recontratarlos en enero sin derecho a antigüedad.
El “outsourcing” es parte de la reforma laboral de 2012, que promulgó el expresidente Felipe Calderón, y permite que una empresa pueda delegar a una tercera la prestación de servicios, lo que permite hasta 50 por ciento de reducción de costos.
“Se abusó. Son las llamadas reformas estructurales, que no se hicieron pensando en beneficiar los trabajadores, no se hicieron pensando en beneficiar al pueblo: se hicieron pensando en beneficiar a un grupo, a una minoría”, argumentó López Obrador.