El miércoles por la noche, un avión de American Airlines con 60 pasajeros y cuatro tripulantes a bordo colisionó con un helicóptero Black Hawk del ejército de los Estados Unidos mientras realizaba un aterrizaje en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, ubicado cerca de Washington, D.C. La colisión provocó una dramática operación de búsqueda y rescate en el río Potomac, donde ambos vehículos cayeron al agua.
A bordo del helicóptero viajaban tres soldados, según informó un oficial del ejército. Las autoridades han confirmado que, hasta la mañana de este jueves 30 de enero, se han recuperado 28 cuerpos: 27 del avión comercial y uno del helicóptero militar. Las operaciones de rescate se han transformado en labores de recuperación, ya que se ha descartado que alguien haya sobrevivido al accidente.
Entre los pasajeros del vuelo de American Airlines se encontraba un grupo de patinadores artísticos, sus entrenadores y familiares, quienes regresaban de un campamento posterior al Campeonato Nacional de Patinaje Artístico, realizado recientemente en Wichita. La tragedia ha conmocionado a la comunidad deportiva, que lamenta profundamente la pérdida de vidas en este trágico accidente.
Las autoridades continúan trabajando en la identificación de las víctimas y en la investigación de las causas que llevaron a esta fatal colisión en uno de los aeropuertos más concurridos del país.