(7 de enero, 2014).- Cerca de 100 millones de estadounidenses se encuentran bajo el azote de una de las peores tempestades de nieve del siglo. Por lo menos nueve personas han muerto, entre ellos el chófer de una camioneta en Indiana que chocó contra un autobús, provocando además 15 heridos, y una anciana de 71 años de Nueva York, que padecía de Alzheimer y falleció congelada en su casa.
En la costa este de Estados Unidos han caído, en la madrugada pasada y durante la mañana de este viernes, más de 30 centímetros de nieve que han provocado el cierre de las escuelas, comercios, empresas y servicios públicos en 14 estados y la cancelación de más de 3.000 vuelos en las últimas 12 horas.
Según el Servicio Nacional del Tiempo, el pronóstico es bastante severo. Las autoridades calculan que la tempestad pudiera prolongarse durante el fin de semana. Aunque en la ciudad de Nueva York la nieve disminuyó al finalizar la mañana y los servicios municipales han comenzado a barrer las calles, se espera que por la tarde y al caer la noche vuelva a nevar con intensidad.
Ciudades como Boston, en Massachussets, y Providence, en Rhode Island se encuentran totalmente cubiertas de nieve y allí la tormenta es intensa. “No hay nadie en la calle, los transportes públicos no funcionan, y las autoridades están recomendando que la gente se mantenga en sus casas. Parece una ciudad fantasma”, dijo una informadora de la cadena CNN, en Providence. La península de Cape Cod, al sureste de Massachussets, se encuentra incomunicada con el resto del estado.
En la noche del jueves, las aerolíneas cancelaron 2.300 vuelos y este viernes ya han cancelado otros 1.800. Aunque los aeropuertos de las principales ciudades del noroeste se encuentran cerrados al tráfico aéreo, los pasajeros varados se mantienen en el interior y están siendo atendidos por los servicios de protección civil y aeroportuarios. Pero no entra ningún avión. Los que se encontraban en el aire fueron desviados a otros aeropuertos durante la madrugada, y los vuelos procedentes de Europa también han sido cancelados.
Fuertes vientos huracanados
La tormenta, que ha sido denominada ‘Hércules’, sacude todo el noroeste del país con frío ártico, fuertes vientos huracanados, desde el estado de Maine hasta un área al norte de Washington DC, abarcando particularmente los estados de Nueva York, Nueva Jersey, Massachusetts y Rhode Island. En esos estados se ha declarado una ‘situación de emergencia’ que permite la utilización de recursos especiales, incluyendo el despliegue de la Guardia Nacional en misiones de rescate y ayuda.
Según los meteorólogos, la tempestad se verá reforzada paulatinamente por la intensificación de los vientos huracanados muy poco habituales, que bajarán aún más las temperaturas que, en algunas zonas alcanzan los 20 grados negativos, aunque la sensación de frío es superior.
La Guardia Nacional y la policía estatal de Massachusetts permanecen alerta ante eventuales inundaciones en las zonas de costa más vulnerables. Pero, por el momento, no se ha ordenado ninguna evacuación. A su vez, los gobernadores de Massachusetts y de Nueva Jersey han ordenado que los trabajadores estatales que no sean imprescindibles permanezcan en casa hasta, por lo menos, el lunes.
‘Hércules’ ha obligado también al cierre de autopistas en Nueva York, Massachussets, Rhode Island y algunas en Pensilvania. El servicio de trenes interestatal también ha sido interrumpido entre Massachussets y Nueva York.
Esta nevada es la primera crisis a la que se enfrenta el flamante alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, a tan sólo 24 horas de haber tomado posesión de su cargo. “Estamos listos, para enfrentarnos la tempestad”, dijo el alcalde, quien ha nombrado al menos tres colaboradores para que controlen las operaciones de emergencia. A media mañana del viernes, cuando la nevada bajó de intensidad, De Blasio y su hijo fueron fotografiados barriendo la nieve frente a su casa.
Por otro lado, la agencia federal de control de emergencias (FEMA por sus siglas en inglés), mantiene abierto su centro de operaciones y ha comenzado a movilizar las operaciones de rescate, dificultadas, como es previsible, por la continuidad de la tempestad, que tiene su principal escollo en la paralización de la vida en Nueva York. Movimientos de la Bolsa de Valores, incluidos.
