Antonio Jiménez / @hvioleta3_0
En los años 60’s bajo la ola de protestas que emergía en varias partes del mundo como en Francia, Checoslovaquia, Argentina, Estados Unidos y México, los académicos, cineastas, filósofos, escritores, artistas plásticos, músicos comprometidos políticamente con su país dominaban el escenario intelectual político no solo en sus espacios cotidianos sino en también en las calles.
La mayoría de estos personajes decidieron salir de los espacios formales y académicos a partir de una revuelta estudiantil generalizada en varios países y que fue apoyada fuertemente por los trabajadores.
Este 20 de diciembre (#20Dmx) se trazó una marca histórica en nuestro país, con imágenes similares a la de aquellos años.
Ante la promulgación de la reforma energética, el alza a la tarifa del transporte público y la criminalización de la protesta en la capital del país, periodistas, académicos, intelectuales decidieron participar de las protestas juveniles, estudiantiles y populares que están presentes en las calles.
El hecho es importante porque es la primera vez después de mucho tiempo que los que crean pensamiento, los que analizan los fenómenos políticos, los que escriben libros, los que hacen televisión y los que de alguna manera contribuyen a la formación políticamente a los ciudadanos asumen un papel más activo en la transformación social.
La presencia de este sector de la población en las calles es importante en el momento que la sociedad está dispuesta a discutir y a dialogar; es oportuna en el momento que los espacios de encuentro ante la indignación se han abierto.
La movilización del día de ayer es relevante porque miles de ciudadanos de manera natural e individual respondieron a un llamado y una convocatoria realizada desde el espacio virtual, mediante un tweet.
Es todavía más simbólica por el hecho que la movilización se realizó horas después de que Peña Nieto y los legisladores, a quienes la ciudadanía llaman traidores a la patria en las calles, promulgaron reformas constitucionales que pueden quebrar las condiciones económicas, políticas y sociales del país.
La movilización del #20Dmx representa la respuesta inmediata ante el “saqueo del país” como lo expresó Eréndira Sandoval, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México.
La movilización del #20Dmx expresó de manera concreta la inconformidad ante las decisiones de la clase política y planteó una oportunidad para la organización popular.
La movilización del #20Dmx, y la protesta que hoy se está llevando a cabo (#21Dmx) y que es parte de la misma jornada, tiene una clara consigna: ¡No!
No al despojo, no a las decisiones autoritarias, no a la venta del país, no a la dictadura, no a la privatización, no al alza del transporte público, no a las leyes que laceran la vida de los ciudadanos, no a la criminalización de protesta, no al despotismo legislativo, no al robo de la democracia y todos los no arropados de injusticia que asfixian a nuestro país.
Las jornadas de protesta pretenden visibilizar a los espacios públicos como verdaderas zonas de rebelión y los lugares donde se asume un poder político real ante el quiebre democrático en nuestro país.
Cuando las instituciones y las leyes son disfuncionales, inoperantes e injustas el único camino que queda es la calle, el encuentro: su localización e intensificación.
Ayer los acudieron al encuentro –también los que salgan a las calles el día de hoy- y que demostraron su pasión y entusiasmo en las avenidas, han develado una nueva verdad política, una nueva vía que se apoya en la participación ciudadana, y que pretende asumir lo que les pertenece legítimamente, el poder de decisión, el poder político real, el poder popular que puede determinar la historia de México.
Las tensiones que genera el encuentro popular son naturales y además necesarias en una sociedad que durante mucho tiempo ha estado distanciado y dividido. Las experiencias que nazcan de ese encuentro serán trascendentales.
La aparición de los intelectuales, periodistas y académicos en la escena de la protesta social en México es muy significativa. Está tarde otra ola de indignación se arremolinará en las principales avenidas de la capital, otros sujetos políticos conscientes. Ayer se asentaron propuestas y caminos de resistencia, se espera que no sean los únicos pues como dijo el productor y director Epigmenio Ibarra ante el tamaño de la afrenta tiene que ser el tamaño de la respuesta.
Finalmente como dijo el filósofo francés Alain Badiou: “Cuando la historia se despierta, lo que importa es el despertar, es a él al que hay que aplaudir, y lo que la Idea debe investir son sus consecuencias racionales. Se trata de algo que vale por sí mismo. En cuanto a los resultados, ya veremos.”
Un nuevo despertar se asoma
A continuación una voz de tantas, una voz de indignación, una voz de pasión*:
Hoy es un día histórico, hoy es un día de oprobio porque han querido legalizar el atraco a nuestra nación, pero al mismo tiempo es un día de alegría, es un día de esperanza, porque la juventud y los actores que están más cansados de la corrupción política y de la corrupción económica han salido a las calles.
La constitución emerge del poder popular y aunque hayan aprobado una reforma que no tiene ninguna legitimidad, no van a consumar el atraco, vamos a continuar la batalla hasta las últimas consecuencias de forma civil, pacífica e inteligente.
Desconocemos estas reformas, desconocemos esta clase política corrupta, desconocemos el atraco, desconocemos a un presidente que se robó la democracia, que se robó la presidencia.
Un río seco sin agua no es río, una democracia, sin jóvenes, sin los estudiantes sin las amas de casa, sin el pueblo no es democracia. Construyamos nuestra democracia de abajo hacia arriba.
*Líneas del discurso de Irma Eréndira Sandoval, Investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) durante el mitin de la movilización del #20Dmx.