Sarai Díaz / @Sarai3_0
Morelia, Michoacán.- Sólo 8 de cada 100 alumnos en México estudia una carrera universitaria, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la razón principal es la carencia de recursos económicos y la falta de matrícula en las universidades públicas del país.
Por ejemplo, la Máxima Casa de Estudios en México, la UNAM en 2013 rechazó al 92 por ciento de los aspirantes, es decir que de los 126 mil 753 jóvenes que presentaron el examen de selección para ingresar a alguna de las más de 100 carreras que ofrece, sólo fueron seleccionados 10 mil 916 estudiantes.
Lo mismo pasa con otras universidades del país, donde el numero de aspirantes rechazados va desde el 70 al 90 por ciento, no así la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) la cual recibe entre el 80 al 95 por ciento de los solicitantes, aunque esto ha provocado la saturación de alumnos en sus aulas.
Y es que, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Deserción en la Educación Media Superior de la SEP, la falta de recursos económicos es uno de los factores principales que les impiden a los jóvenes continuar con sus estudios superiores cuando son rechazados, pues la única opción son las universidades privadas.
Pese a que el número de rechazados es casi del cinco al cero por ciento, dependiendo de la universidad, los altos cobros son una limitante para que miles de jóvenes sigan con sus estudios, pues los pagos van desde 21 mil 600 pesos a los 222 mil pesos anuales.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), señala que en el Estado mexicano destina un 20 por ciento del recurso a la educación, cifra mucho mayor que el promedio de los 34 países que forman parte de la organización que contempla a Alemania, Francia, Canadá y Estados Unidos.
Sin embargo, la cobertura en educación superior sigue siendo baja, considerando el gasto que se realiza en ella, pues aún hay un 75 por ciento de los jóvenes que no tiene acceso a una licenciatura.
México en educación superior por ejemplo, no está sólo por debajo de países desarrollados como Estados Unidos o Canadá sino también de otros de América Latina, como Cuba, Venezuela, Argentina, Uruguay, Chile, Bolivia y Paraguay.
