Las posturas polarizadas entre los dos bloques políticos que conforman la LXXIV Legislatura del Congreso local derivaron este jueves en un debate de sordos entre los diputados locales, en donde la posibilidad de discernimiento quedó avasallada por la lógica del quién cuenta con más votos.
Por un lado el bloque Morena-PT buscó dar en el Pleno el debate y la argumentación que mantuvo ausente durante todo el proceso de dictaminación realizado por más de dos meses en la Comisión de Justicia, a la que sólo se sentaron en la última reunión de trabajo a realizar sus propuestas, cuando al dictamen ya se le había dado la primera lectura el pasado siete de febrero.
Si bien el diputado Fermín Bernabé Bahena de Morena formó parte de los trabajos en la Comisión de Justicia, en entrevistas y declaraciones era evidente el desconocimiento del contenido del dictamen o incluso de los acuerdos tomados previamente en reuniones en las que él participaba.
El PT permaneció ausente de los trabajos con excepción de la última reunión, ya que la Comisión de Gobernación –de la que forma parte y a la que inicialmente también se turnaron las iniciativas de la Ley- prácticamente fue vetada de los trabajos por la Comisión de Justicia bajo el argumento de que el turno que se le había dado era sólo a nivel de opinión y no para la dictaminación, situación que no tiene precedente alguno en el Congreso local.
Y como el presidente de la Comisión de Gobernación, el diputado de Morena Sergio Báez jamás presionó para que ésta se incorporara a los trabajos, y no solicitó se le tunara el dictamen a revisión luego de su primera lectura el siete de febrero, los integrantes de la Comisión acabaron por quedarse fuera del asunto.
Pese a ello cualquier diputado podía participar en los trabajos de dictaminación con voz pero no voto –según lo establece la Ley Orgánica del Congreso-, lo cual no hicieron los petistas sino hasta la última reunión de la Comisión de Justica que se celebró el pasado viernes.
Por otro lado el bloque PRD-PAN-PRI-PVEM-MC optó por hacer valer su fuerza numérica para imponerse, sin dar mayor margen a la discusión y análisis de las propuestas presentadas por Morena y PT.
Esta situación se observó de manera clara con la propuesta realizada el pasado viernes en la reunión de la Comisión de Justicia, cuando el coordinador parlamentario de Morena, Alfredo Ramírez Bedolla propuso la creación de una Fiscalía Especializada en Combate a los Delitos de Violencia Contra Animales misma que, con el voto mayoritario de los integrantes de la Comisión fue integrada a nivel de Unidad.
Ahí mismo la diputada guinda, Mayela Salas Sáenz propuso la creación de una Fiscalía Especializada en materia de delitos ambientales, la que de plano fue rechazada.
Otra fue la postura este jueves en que el coordinador del Partido Verde, Ernesto Núñez Aguilar propuso que la unidad Especializada en Combate a los Delitos de Violencia Contra Animales fuera elevada a Fiscalía, y que en esta se incorporara el tema ambiental.
Ahí el bloque PRD-PAN-PRI-PVEM-MC dio todo el respaldo por lo que fue aprobada la incorporación de la Fiscalía Especializada de Combate a los Delitos Contra el Medio Ambiente y la Fauna.
Ninguna de las reservas de Ley que propusieron en la sesión de este jueves los diputados de Morena y PT prosperaron, independientemente de su contenido, el “no” fue la lógica del bloque mayoritario frente a las propuestas del minoritario.
Si bien en algunos legisladores de Morena y PT la falta de pericia discursiva y las barrocas argumentaciones elaboradas por sus asesores dificultaban claridad plena de lo que estaban planteando, en otros casos las reservas eran claras pero no encontraban eco alguno del bloque contrario, ni siquiera para argumentar el por qué no consideraban procedentes sus planteamientos.
La diputada del PT, Teresa Mora planteó por ejemplo suprimir el concepto “incapaces” dentro del artículo sexto de la norma por considerarlo discriminatorio y sustituirlo por personas discapacitadas o con capacidades diferentes, lo que fue rechazado por el bloque mayoritario sin explicación alguna en tribuna. En comentarios con reporteros diputados perredistas referían que el término “incapaces” era en referencia a incapacidad legal y no física, por lo que la propuesta no era conducente.
Sin embargo las explicaciones en tribuna no se dieron, el diálogo y fastidio del bloque mayoritario frente al cúmulo de reservas realizadas por el minoritario era la tónica.
Al final el diálogo de sordos, la polarización de posturas y la incapacidad de construir acuerdos privó una vez más en el Congreso local, esto en vísperas de que arranque el proceso para la designación del Fiscal General del Estado.