Lilia Arellano/Revolución TresPuntoCero
Tal vez algún día podamos diferenciar con pronta exactitud cuándo se informa con la verdad y en qué momento se pone a la vista, se fabrica, una cortina de humo que, cada vez con mayor rigor, busca la explotación de la sensibilidad de la población. Al finalizar el mundial y todo lo que en él se invirtió para tener a los ciudadanos entretenidos, páginas y tiempos en los medios dedicados a la difusión de lo que acontecía en Brasil mientras se le ponía punto final a las reformas y leyes secundarias en telecomunicaciones y energéticas, se dieron a la tarea de buscar la manera de mantener desviada la atención. La medición que sirvió para encontrar el tema a explotar dio el punto de arranque al ser eliminada la selección mexicana.
Buscaron despertar la sensiblería y dieron con una bola de dos bandas. Por un lado la distracción necesaria y por la otra virar los reflectores que apuntaban a todos los desaciertos y mentiras en Michoacán hacia terceros personajes. Así es como crece y crece el asunto de Rosa Verduzco, de “Mamá Rosa” y, nada ni nadie mejor para que se centre la atención que hacer aparecer a dos personajes que manejan exitosamente lo mediático: Fox y Martita, mismos siempre dispuestos a aparecer para generar polémica y evitar que las críticas se centren en quien ocupa la silla presidencial. Las charlas ciudadanas giran en torno a lo que sucede en esa entidad en la que concentran todos los males del país para evitar que se tenga la vista de un todo que se encuentra en igualdad de circunstancias porque con un nombre o con otro, las mafias son nacionales.
Son muchas las versiones. Hay quien ataca y quien defiende, el objetivo va lográndose, pero hasta ahora el gobierno no interviene como debería. No se trata solamente de señalar a los que considera malos, si es que esto fuera cierto, sino de tomar las riendas en la conducción, en la educación, en la alimentación, de los niños que dice está rescatando. No sólo en Michoacán, en muchas otras entidades existen albergues cuyas características son similares e incluso son operados, dirigidos por mujeres que portan hábitos que lucen ofensivamente impecables frente a los niños piojosos, sucios del rostro, descalzos, que sorben los mocos, que comen en platos de plástico y que se los empinan para ingerir los caldos porque no tienen cucharas, que juegan en patios de tierra, que lucen costras en la piel. A ellos los muestran a los “donadores” a los que hacen visitas y aportaciones.
Están las zonas debajo de las ciudades como la capital de la República que también han sido refugio no solo de niños sino de familias completas. En cada esquina, con semáforos o sin ellos, deambulando por los parques, vemos a los menores que lo mismo hacen malabarismo que venden chicles, que piden limosna y, el gobierno, tan campante. No hay autoridad que se ocupe de ellos y “sorpresivamente” descubren un centro en donde viven y conviven, se “alarman”, detienen a quienes están al frente y no ofrecen ningún refugio diferente, alterno, responsable. Actúan al ahí se va y por si hubiese que añadir otro elemento, con ese nuevo abandono infantil crean su cortina de humo.
Lo único que parece real en este caso, en el de la famosa desde hace tiempo “Mamá Rosa”, es el reclamo hecho por mujeres zamoranas por su detención. Ellas mismas detectaron el teatro armado al reclamarles a quienes hicieron denuncias que hubiesen abandonado a sus hijos y los llevaran a ese centro. Ahí están jóvenes egresados de ese lugar que se muestran agradecidos y dicen que todo lo que está pasando es una gran injusticia. Promueven playeras blancas con la leyenda estampada “Yo también soy hijo de Mamá Rosa”. Fox y Martita se solidarizaron con Rosa Verduzco pero con afanes de llamar la atención, de servirle al Estado, de incrementar el interés por seguir el caso. La Sahagún habla de aciertos y desaciertos, de conocer a la detenida desde hace muchos años por lo que considera que la distorsión de la realidad es absolutamente brutal.
Tema de orfandad
Para el común denominador lo que prevalece es la duda porque quien la acusa no tiene, para los ciudadanos, calidad moral y carece de veracidad; pero personajes que la defienden como la ex pareja presidencial están en la misma situación. Sólo las pruebas pueden dar al traste con esta cortina que ha borrado al comisionado Alfredo Castillo, sus desaciertos, su autoritarismo de la atención crítica cotidiana, con la pasividad de un Congreso auto congelado y de un gobernador impuesto para realizar el gran papel de figura decorativa, y le permite a la otra Familia, a la Michoacana, reestructurarse para poder seguir sin tropiezos su actividad.
En un par de semanas han hecho dos detenciones que se caracterizan por reunir un cúmulo de rechazos y de críticas. La del doctor Mireles que, curiosamente se realiza justo el día en el que Televisión Azteca transmitiría la segunda parte de una interesante entrevista. En la primera, el personaje central de las autodefensas hizo señalamientos brutales de los que dijo tener pruebas más que suficientes, sobre las complicidades entre las máximas autoridades y las mafias. Exigió claridad, cumplimiento, orden, seguridad y como la situación actual de los michoacanos revela que el gobierno está incapacitado para cumplir con esta obligación que tiene por mandato, surgen los grupos que tienen que suplir a la autoridad, les guste o no. Quedaron interesantes interrogantes para el siguiente capítulo solo que… nunca se vieron.
El otro es de la responsable de este albergue. Ambas con un lujo de fuerza digno de la aprehensión de un gran capo. Y a ellos no les detienen con tanta dureza ya que según informan hacen operativos callados, discretos, producto de la realización previa de investigaciones y utilizando los servicios de inteligencia. A Mireles lo agarraron con todo y pierna de pollo en las manos; a la mujer de más 80 años pretendían esposarla y encapucharla. Son miles de niños los que se han crecido en esa casa hogar, a lado de doña Rosa y según revelan en Zamora, el alimento no falta con todo y que conviven más de 600 en el lugar. Productores de frutas, verduras, incluso ganaderos, le envían todos los días alimento. Hay hacinamiento pero ninguno de los menores padece hambre.
En un solo acto las autoridades presumen del “rescate” de 500 menores y ¿a dónde los van a mandar? ¿van a suplir a todos los que ahí laboran? ¿de ahora en adelante se harán cargo de alimentarlos y cuidarlos? ¿otra vez dejan a los chamacos en la calle y enfrentando una segunda orfandad? En el transcurso de la semana interrogaron a una docena de chamacos. Seis de ellos halaron de maltrato físico, de amenazas y hasta de abusos sexuales. Según la autoridad hablaron hasta de embarazos no deseados, de vejaciones, de secuestros ¿todo eso nada más seis? El operativo en las instalaciones de “La Gran Familia”, se encontraban, al ingreso de los policías: 6 bebés, 154 niñas, 278 niños y 159 mayores de edad entre hombres y mujeres.
La paja en el ojo ajeno
Dicen que en el lugar los olores son fétidos que se perciben hasta en tres kilómetros a la redonda y ¿durante tantos años los vecinos nunca se atrevieron a denunciar y no por que los caracterizara la valentía sino porque si éstos son tan insoportables que, no respiraban? ¿también a oler mierda se acostumbra uno? Se habla de que los colchones estaban podridos, del deambular de las cucarachas, de los desperdicios en las cocinas, de las relaciones sexuales entre menores, de mayores con menores, de unos y unos en los pasillos, de los beneficios que recibían quienes estaban bien con “la jefa” todo ello muy, pero muy sorprendente para aquellos cuyo refugio es ignorar las realidades.
Porque hay miles y miles, millones de familias que ni siquiera llegan a un colchón podrido, que tampoco tienen cucarachas porque no hay alimento ni siquiera para estos bichos, que no tienen la cabeza rapada porque ni hay con que quitarles el pelo ni los piojos que portan, que duermen en el suelo, que comen desperdicios, que se encuentran hacinados. ¿Acaso no se han dado cuenta de todos los enfermeros y enfermeras que abusan de quienes están en los hospitales siquiátricos que son del gobierno? ¿Ignoran el acoso sexual de la jerarquía de la Suprema Corte en contra del personal femenino en las áreas administrativas, mismo que fue denunciado ante una delegada de la ONU en el renglón de combate a la violencia contra las mujeres? ¿Entonces porque tanta alarma si los culpables de todo este registro son ellos, los que ahora juzgan, los que detienen, los que manipulan, los que han hundido al país y sus pobladores?
Defensa ¿contra cortina de humo?
De nueva cuenta el gobierno va por un lado y ciudadanos de todos los sectores y calibres transitan por otro. No sé si las posturas de los intelectuales como Jean Meyer, quien calificó de infame la detención de Rosa del Carmen Verduzco, de la que expresó su reconocimiento por la labor realizada durante décadas y que ahora está sujeta no solo a la privación de la libertad sino al oprobio. Enrique Krause, Lázaro Cárdenas, Cristina Pacheco –celebre por adentrarse en esas historias que, sin tapujo, revelan realidades plasmadas en la muy particular forma de los protagonistas de expresarse-, Elena Poniatowska, Javier Sicilia, Isabel Turrent, Gabriel Zaid, Juan Villoro, etcétera, sean suficientes para garantizar que habrá de aplicarse la justicia y que ello se hará sin el rubor, sin la vergüenza de saberse responsable directo de que tengan que existir casas de asistencia a las que ni siquiera supervisan, o si ya se habrán dado cuenta de que todo esa parafernalia hasta para la detención no es sino… una cortina de humo.
Porque llegaron al lugar 100 policías federales embozados, otro centenar de miembros del Ejército, funcionarios de Gobernación, activistas de derechos humanos, peritos, sicólogos y médicos. Todos contra una anciana de 80 años. Por un lado presentaron imágenes de niños sobre los colchones, recostados entre maderas, un montaje que ya hemos visto muchas veces. ¿Acaso no se recuerda el cadáver de Arturo Beltrán Leyva cubierto de dólares? ¿el montaje de la detención de la francesa Cassez? ¿Qué no estábamos en otra etapa, con otro gobierno, con diferentes personajes en la policía y en la aplicación de la justicia? Por otra parte se presentan bodegas con kilos de ropa nuevecita, almacenes de comida, etcétera. O sea que doña Rosa ¿acaparaba para no dar y ni siquiera vender para obtener beneficios económicos? Este asunto es de una producción de mucho más baja calidad que las que presentaba Genaro García Luna.
¿Puede un lugar con esas características contar con un “coro extraordinario y una orquesta de primer nivel” como lo revelo la presidenta municipal de Zamora, Rosa Hilda Abascal? Se intenta respaldar a madres que dejaron ahí a sus hijos de bebés, con muy corta edad y que ahora, después de 10 o 12 años, cuando ya los pueden poner a trabajar los reclaman y para cumplir su objetivo no dudan en firmar y declarar todo lo que la autoridad les dicte. Al parecer esta cortina se les está cayendo a pedacitos y lo que están logrando es que la ira se haga presente en contra de todos esos gobernantes y funcionarios que han propiciado que la pobreza, la falta de empleo, la raquítica escolaridad, no solo estén llegando a la médula de la sociedad, a la familia, sino que permitan la existencia de refugios que, por muy voluntad que se tenga, solo pueden hacer surgir resentidos contra todo y contra todos.
La conmoción provocada y que va en dos sentidos en los cuales quienes la han generado, las autoridades, van perdiendo, obligaron al propio Jesús Murillo a declarar que tal vez se trata “de un descuido” porque a Mamá Rosa “no se le podía exigir el cuidado de tantos niños” y se adelantó a señalar que trabajan para determinar la situación jurídica de los detenidos señalando que, en el caso de Rosa del Carmen, podría influir la edad. “Es una señora de 80 años y eso hay que considerarlo”, dijo. Mientras tanto los abogados defensores, quienes están actuando de manera gratuita, tramitan amparos contra los cargos de delincuencia organizada y trata, ante el señalamiento del procurador de que “hay otro tipo de acusaciones fuertes”.
El jueves el enfrentamiento entre simpatizantes y detractores no se hizo esperar y tuvieron que intervenir decenas de policías y militares. Comerciantes y Clubes como los Rotarios, exigen la libertad inmediata de los detenidos. En este sexenio se ha pasado de una fábrica de sueño a una de horror cuya triste realidad lo aleja de una simple película. Lograron sacudir a la sociedad, pero en el temblor la mayoría de damnificados cobra su sueldo de nuestros impuestos. Todo indica que del ¡Ya basta! Pasaremos al ¡Paren la farsa! La aplicación de la justicia que se exige para este caso ¿cuándo la aplicara para el propio?