Frente a los titulares de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval González, y de la Marina, Rafael Ojeda Durán, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo este fin de semana un anuncio: la posibilidad de que las Fuerzas Armadas estén a cargo del Tren Maya y de cuatro aeropuertos.
“Estamos pensando que de Tulum hasta Palenque, que son tres tramos del Tren Maya, más el aeropuerto de Tulum, el aeropuerto de Chetumal, el aeropuerto de Palenque y el aeropuerto Felipe Ángeles de la Ciudad de México, se manejen en una empresa que dependa de las Fuerzas Armadas”, dijo el mandatario en un acto público.
El planteamiento de López Obrador fue visto desde la sociedad civil y la política como un acto de “militarización”, que además surge tras la intervención del gobierno mexicano para la liberación del general Salvador Cienfuegos Zepeda, extitular de la Sedena que tenía cargos de narcotráfico en Estados Unidos.
La diputada federal Martha Tagle (MC) señaló en su cuenta de Twitter que la intervención de las Fuerzas Armadas en la actual administración abarca tareas de seguridad pública, administración y ahora, de corte empresarial.
“Lo militar es por definición contrario a lo civil. Con cada nueva tarea dada a militares se retrocede en la responsabilidad civil (…) Que el poder civil ceda fuerza al militar, es algo que lamentaremos todos”, alertó la legisladora en un par de tuits.
El ministro en retiro José Ramón Cossío también hizo uso de sus redes sociales para criticar el anuncio del presidente López Obrador.
“Esto es militarizar al país por más que quieran argumentar en contrario”, escribió.