(1 de octubre, 2014).- Ante la muerte de al menos seis personas y 55 estudiantes desaparecidos a manos de policías municipales y grupos armados que vestían de negro y encapuchados en el municipio de Iguala, Guerrero, el secretario general de Gobierno de la entidad, Jesús Martínez Garnelo, expresó que el edil de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, no estaba informado sobre los hechos.
Que desde las 9:35 horas del viernes lo buscó y hasta la 01:15 de la mañana del sábado “él me contestó que estaba totalmente dormido, que no sabía absolutamente nada de este hecho y que el reporte que recibió del secretario de Seguridad Pública (Felipe Flores Velázquez) era que todo estaba en paz y tranquilo”
El mismo viernes a las 18 horas en la plaza cívica de las Tres Garantías, María de los Ángeles Pineda Villa, esposa de Abarca Velázquez, rindió su segundo informe a cargo de DIF, a tan sólo unas cuadras de donde ocurrieron las dos embestidas en contra de los normalistas.
De acuerdo con la revista Proceso, María de los Ángeles Pineda Villa “es hermana de Alberto Pineda Villa El Borrado ex operador del extinto capo Arturo Beltrán Leyva y de Salomón Pineda El Molón, actual jefe de una célula al servicio del grupo Guerreros Unidos”, ambos hermanos asesinados por órdenes del propio Arturo Beltrán.
Hasta el momento José Luis Abarca Velázquez no ha brindado declaraciones, y se investigan sus posibles nexos con el grupo delictivo “Guerreros Unidos”, que opera en esta entidad. Sin embargo el gobernador Ángel Aguirre Rivero y el PRD estatal defienden al alcalde, quien forma parte de la Tribu Nueva Izquierda de este partido político.
Sin embargo, familiares y el Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad, también señalaron a “Los Rojos” como probables implicados en el asesinato y desaparición de los normalistas
El secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong aseguró haber hablado con el gobernador del estado, Ángel Aguirre Rivero, sobre los hechos. “Vamos a ver cómo se comporta”, antes de implementar cualquier medida federal.
El procurador de Justicia del estado de Guerrero, Iñaky Blanco Cabrera, aceptó que normalistas de Ayotzinapa fueron detenidos por los policías municipales, como lo evidenciaron las cámaras de vigilancia de las calles Juan N. Álvarez y Periférico Norte.
Blanco Cabrera informó que el secretario de Seguridad Pública del municipio Felipe Flores Velázquez será citado a comparecer, hasta el momento se tienen detenidos a 22 policías de quienes la Procuraduría tiene pruebas para fincarles responsabilidad penal por el delito de desaparición forzada.
En conferencia de prensa en la Casa de la Cultura en Acapulco, Blanco Cabrera, dijo que el segundo ataque en contra de los estudiantes ocurrido en los primeros minutos del sábado 27 fue a cargo de un grupo de encapuchados vestidos de negro.
Los normalistas identificaron a 19 policías municipales de Iguala y se comprobó mediante pruebas de rodizonato de sodio que 16 activaron sus armas, sin embargo Iñaky Blanco no señaló nombres de mandos superiores responsables detenidos.
A partir de las declaraciones de estudiantes, testigos y las pruebas presentadas, el Ministerio Público decidió detener a 22 municipales los cuales fueron trasladados a la Fiscalía Regional de Acapulco. En un boletín de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), fueron trasladados a esta ciudad por “seguridad” a raíz de “movilizaciones de un número considerable de personas, todas cuales trataron de impedir la labor ministerial y amenazaron con rescatar a los indiciados”, sin que la PGJE las haya identificado con nombres o fotografías.
Ayer a las 18:00 horas, los 22 policías fueron ingresados al penal de Las Cruces en Acapulco, bajo la averiguación previa HID/SC/02/0993/2014, por el cargo de homicidio calificado. Visitadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de la ciudad de México y de Acapulco, así como de la Comisión Estatal de Defensa de los derechos Humanos (Codehum), indicaron que los policías “no estaban golpeados”, ni lesionados y se les “había tratado bien”.
En el tercer atentado en menos de cuatro horas –en el que murió el futbolista de 15 años de edad, David Josué García y el chofer Víctor Lugo Ortiz del club “Los Avispones”, así como la señora, Blanca Montiel Sánchez–, participaron 10 hombres armados, vestidos de negro y encapuchados igualmente, de este hecho sólo tres personas han presentado denuncia contra los probables responsables.
Blanco Cabrera dijo que el atentado en contra del omnibús del club de fútbol, pudo ser producto de la confusión porque “existía el reporte de que se habían robado o que se habían apropiado los estudiantes de distintos autobuses, entonces pudiese ser que los integrantes del equipo de futbol hayan sido confundidos, existe la posibilidad de que así haya sido aun cuando existe el señalamiento de que el ataque fue directo, sin embargo es de llamar la atención lo que ellos también declaran, dado que (los agresores) no pudieron ingresar al autobús y ellos les mencionaban que eran futbolistas y eso impidió la agresión”.
Pero apuntó que los ataques a los normalistas y a los Avispones se “emplearon calibres distintos”. El padre de David García, manifestó que fue un ataque directo debido a apuestas en el partido en el que perdieron las Iguanas de Iguala, por lo que también es una línea de investigación.