Al cierre del gobierno de Enrique Peña Nieto, México se convirtió en el segundo país –de los países que conforma la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)– con altos costos de medicamentos, sólo después de Brasil, señaló el doctor Jorge Alcocer Varela, secretario de Salud.
Lo anterior –señaló el científico– debido a que durante 2012 a 2018, el gobierno neoliberal privilegió los intereses de una minoría para enriquecerla mediante la compra de medicamentos. Y señaló en la conferencia presidencial que, con esta visión, la vida de los mexicanos fue negociada y puesta en riesgo: fue vista como mercancía.
Aunque durante 6 años el gasto en medicamentos fue por 303 millones 76 mil 600 pesos, no pudo constatarse que ese gasto público fuera en beneficio de la población, sentenció el secretario de Salud. Además de los altos costos, no se optimizaron los tratamientos, es decir compraban medicamentos distintos para mismos padecimientos, indicó.
No obstante, con la entrada del actual gobierno, el doctor Jorge Alcocer refirió que 1 millón de pacientes reciben medicamento recetado en alguna de las instituciones públicas, pues se alcanzó un acuerdo con la UNOPS para hacer las compras en el extranjero en las mejores condiciones para México.
En el sexenio de Enrique Peña Nieto, 10 empresas concentraron el 80 por ciento del gasto público federal en medicamentos, es decir 224 mil millones de pesos. Ello impidió la competencia y permitió el enriquecimiento de unos cuantos, señaló el doctor Jorge Alcocer Varela, secretario de Salud.
El gasto concentrado equivale a lo recibido por la Universidad Nacional Autónoma de México en 5 años, ejemplificó. Además, el científico detalló que sólo tres empresas obtuvieron la mitad de los contratos.
Agregó que una de ellas –Grupo Fármacos Especializados, SA de CV– se llevó el 35 por ciento de la compra durante 5 años, por un monto de 106 mil 803 millones de pesos. Dicha empresa fue inhabilitada por la Secretaría de la Función Pública, indicó en la conferencia presidencial el doctor Alcocer Varela.
La mayoría de las empresas contratadas por el Instituto Mexicano del Seguro Social eran únicamente distribuidoras, sin registros sanitarios, pero sí con relaciones políticas y exfuncionarios de las mismas instituciones laborando para ellas con el fin de conseguir contratos, denunció el secretario.
La concentración de fármacos provocó que para 2018 sólo una o dos empresas participaran; por lo que a partir del 1 de diciembre de ese año se buscó un nuevo esquema de contratación para acabar con ese monopolio de las medicinas: ahora se hace a través de la agencia de la ONU, UNOPS, para conseguir los mejores productos al mejor precio, aseguró el doctor.