Ser ecológico no es comprar ropa biodegradable o reciclar las botellas de plástico, ser ecológico implica conocimiento y su aplicación, es la única forma de detener el deterioro ambiental, de lo contrario se seguirá viendo frente a nuestros ojos cómo se pierden los ecosistemas y los servicios que ofrecen.
El fenómeno de la pobreza no se vive de la misma forma en las zonas rurales en las urbanas; en el campo la gente responde trasformando los bosques para introducción de ganado o crecer la frontera agrícola como única alternativa de vencer la carencia social, pero si estos escenarios no se detienen ahora, las consecuencias ecológicas serán desastrosas, alertó Miguel Martínez Ramos, académico del Centro de Investigaciones en Ecosistemas (CIEco), de la UNAM.
Estas reacciones dieron como origen el monocultivo del aguacate en Michoacán, así como otros cultivos que se están sumando últimamente, pero donde se repite la depredación original de selvas y bosques para introducir un solo tipo de plantas.
“Desde todos los sectores se debe poner más atención en los estudios de ecología, sobre entender aspectos relacionados con los ecosistemas y la aportación de estos hacia la sociedad, a la que históricamente le ha entregado alimentación, materias primas, agua oxígeno”, alertó.
Es allí donde cobra importancia la ecología, con propuestas para tomar decisiones de desarrollo basadas en lo la ciencia, la cultural, la política y hasta en las condiciones económicas.
Hace casi 100 años que inició el estudio del entorno ecológico a nivel mundial, pero nuestro planeta cuenta 17 mil 500 millones de años en ser habitando, y el consumo de recursos naturales ha aumentado desproporcionalmente en los últimos años.
“En este escenario no debemos olvidar que somos una especie más, inherente a los ecosistemas, pero que los humanos somos los grandes responsables de estas consecuencias, porque la diferencia con el resto de los seres vivos es que nosotros somos pensantes, nos damos cuenta de lo que estamos causando”, explicó en entrevista.
La alternativa ahora, propuso, es hacer una mediación entre política, economía y medio ambiente; hacer un balance entre lo que demanda la gente, la investigación y la voluntad de los gobiernos para desarrollar y aplicar conocimientos científicos.
Ejemplificó el caso de la ganadería, donde hay cientos de campesinos que por comercio o para consumo propio tienen su ganado, pero la veterinaria está proponiendo alternativas de mejora para producir más alimento con menos hormonas, incluso se están desarrollando pasturas rentables más amigables con el medio ambiente, pero se ocupa del gobierno y la comunicación ambiental para que puedan tener eco estos conocimientos.