Carlos Portillo / @portillo_carlos
(14 de enero, 2014).- Uno de los primeros efectos de la reforma energética es la reciente publicación de información, antes confidencial, sobre Petróleos Mexicanos (Pemex), al presentarse como empresa productiva con interés de competir.
No obstante, los números divulgados parecen contradecir la supuesta realidad y el desempeño de la petrolera, que expusieran antes los promotores de la reforma energética, pues se asume como una de las empresas más rentables a nivel mundial, incluso hasta duplicando su rentabilidad en los últimos cuatro años.
De esta forma, los datos comprueban que Pemex es “un motor para el crecimiento de México” y que se encarga de sostener el 34 por ciento de la economía nacional. También establecen que, en los próximos cinco años, se irán abajo todos los campos de explotación a los que tiene derecho, según la ronda cero de la aprobada reforma. Esto, debido a que el repunte en la producción los destina para “proyectos en desarrollo”, por lo que Pemex deberá competir con las petroleras extranjeras que arribarán al país desde el año próximo.
Entre los campos referidos están el Tsimin Xux, el Ayatsil Tekel, el Ku-Maloob-Zaap, Chicontepec, Cantarell y los campos en explotación, lo cuales mermarán sus producciones durante el resto del sexenio peñista.
La información mencionada se publicó específicamente para el vistazo de posibles inversionistas y petroleras, quienes entrarían a México con los nuevos modelos de contratos, a raíz de las modificaciones constitucionales que abren el sector energético a la iniciativa privada nacional y extranjera. Así, se les muestra además, dónde está el negocio más fructuoso, pues Pemex indica abiertamente que “la mejor parte para explotar petróleo está en la región tabasqueña del sureste, y los mejores recursos de shale (gas de lutita) están en Veracruz”.
Asimismo, señala que en el área Perdido es donde se encuentra la región más prometedora en cuanto a aguas profundas para la exploración petrolera. Esta zona se ubica en los terrenos que a partir de hoy pierden su categoría de restringidos para la extracción, y que justamente colinda con la frontera de EE.UU.
La reforma energética fue promovida con el supuesto objetivo de lograr que las reservas de petróleo y gas se restituyeran en un 100 por ciento. Según los documentos, esto ya se ha conseguido durante dos años consecutivos y sin necesidad de alterar la Constitución.
El reporte señala que, sólo en el año pasado, Pemex descubrió el 128 por ciento de las reservas que fueron explotadas, lo que se traduce en un 28 por ciento de sobra entre el total extraído y las reservas probadas.
En cuanto a los dos años previos, se consiguieron tasas de restitución de reservas probadas, entre 107.6 y 103.9 por ciento. Dichas cifras tienen una posibilidad de éxito de 90 por ciento, y por tanto, son de las más relevantes en el mercado internacional.
Ahora, mientras el gobierno de Peña asegura que con la reforma energética se producirán diariamente 3 mil millones de barriles de petróleo para el 2018, gracias a la “ayuda” de los nuevos inversionistas; en realidad, Pemex ya calculaba la misma cifra y para el mismo año por sí sola, sin la intervención de otras empresas.
Todos estos datos enmarcan que la información recién revelada por Pemex, contradice el discurso de la administración peñista, que se encargara de promover la reforma con la premisa de mejorar el desempeño en la explotación de recursos energéticos del país.