RT Actualidad / Foto: CNN
La masiva pelea de los ultras que se cobró recientemente la vida de un hincha en Madrid ha vuelto a abrir en la sociedad española el debate sobre cómo combatir la violencia en el fútbol.
Francisco Javier Romero, de 43 años, murió el pasado 30 de noviembre durante una pelea masiva entre unos 200 ultras de Atlético de Madrid y Deportivo de la Coruña en Madrid. El fallecido, que era miembro de la organización ultra Riazor Blues, murió a consecuencia de los golpes recibidos en cabeza y cuerpo. Tuvo que ser además rescatado del río Manzanares por bomberos y Policía, adonde había sido arrojado por otros fanáticos.
Esta última muerte a manos de radicales ha hecho saltar las alarmas en la sociedad española en relación al problema de los ultras en el fútbol. RT ha entrevistado a ‘Antonio Salas’, pseudónimo de un periodista de investigación que se infiltró hace unos años en los Ultra Sur, uno de estos grupos. Salas está amenazado de muerte, por lo que no muestra su cara ante las cámaras ni revela su nombre real.”
A mí me sorprendió mucho lo organizados que estaban. Yo recuerdo una vez que en tan sólo una noche se realizaron 50 agresiones. Nos coordinaban en grupos de cuatro, cinco, seis individuos. Nos comunicábamos a través de los teléfonos móviles, los líderes nos iban indicando donde se habían detectado objetivos, que podrían ser inmigrantes, prostitutas, homosexuales o hinchas del equipo rival”, confiesa el periodista.
La mayoría de los clubes de fútbol de Primera División en España cuentan o han contado con un grupo ultra en sus gradas. Sin embargo, Barcelona y Real Madrid expulsaron a estos grupos de sus estadios. Ahora, después de este caso, el Atlético de Madrid pretende también hacer lo mismo.