Revolución 3.0

El Virus del Papiloma Humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más común en el mundo, y México no es la excepción. Se estima que más del 80% de la población sexualmente activa contraerá este virus en algún momento de su vida, muchas veces sin siquiera saberlo. A pesar de su alta prevalencia, la desinformación y la falta de prevención siguen dejando a miles de personas expuestas a graves consecuencias, incluyendo distintos tipos de cáncer.

Un virus más común de lo que se cree

El VPH es un grupo de más de 200 virus relacionados, de los cuales al menos 40 se transmiten por contacto sexual, infectando las áreas genitales, anales y orofaríngeas. Aunque en la mayoría de los casos el sistema inmunológico elimina el virus de manera natural, algunas cepas pueden provocar verrugas genitales o, en casos más graves, lesiones precancerosas que pueden derivar en cáncer de cuello uterino, ano, pene, vulva, vagina y garganta.

Lo más alarmante es que muchas personas nunca presentan síntomas, lo que facilita la transmisión del virus sin que los portadores sean conscientes.

¿Tiene cura el VPH?

Actualmente, no existe una cura para el VPH. Sin embargo, el cuerpo humano es capaz de eliminar la mayoría de las infecciones en un periodo de dos años. Mientras tanto, los tratamientos se enfocan en las manifestaciones del virus:

Las verrugas genitales pueden tratarse con medicamentos tópicos, crioterapia o cirugía láser.
Las lesiones precancerosas requieren procedimientos médicos como la escisión electroquirúrgica, crioterapia o incluso cirugía.

Prevención: la clave para frenar la epidemia silenciosa

La vacunación es la herramienta más eficaz contra el VPH. Actualmente, existen vacunas que protegen contra las cepas más peligrosas del virus, incluidas aquellas que provocan la mayoría de los cánceres relacionados con el VPH. Sin embargo, la cobertura de vacunación en México sigue siendo baja, lo que deja a millones de personas vulnerables.

Además de la vacuna, el uso de preservativos puede reducir el riesgo de contagio, aunque no lo elimina completamente, ya que el virus puede afectar zonas no cubiertas. Las pruebas de detección como el Papanicolaou y la prueba de VPH son fundamentales para identificar posibles anomalías a tiempo.

Un problema de salud pública ignorado

A pesar de que el VPH es una de las principales causas de cáncer cervicouterino, una de las enfermedades que más muertes provoca entre las mujeres mexicanas, el tema sigue siendo minimizado en el discurso de salud pública. Mientras tanto, miles de personas contraen el virus sin acceso a información oportuna, tratamiento adecuado o siquiera conciencia del riesgo.

Sin campañas masivas de concientización y una mayor inversión en vacunación, el VPH seguirá propagándose silenciosamente, dejando secuelas devastadoras en la población mexicana.

Sexualidad

El 80% de los mexicanos sexualmente activos tendrá VPH: la epidemia silenciosa que pocos toman en serio

Por: Revolución 3.0

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