Lo más leído


Las elecciones de junio. ¿Más de lo mismo?

Rogelio Sosa / @Michoacan3_0

Sólo la ceguera o el cinismo, o ambos pueden dar una respuesta afirmativa a tal pregunta. Sí, en efecto, está ya listo el tinglado electoral con toda la parafernalia que se acostumbra armar y utilizar para marear a millones con el ritual del voto para cambiar sin cambiar. Pero, algo está pasando. Se percibe en el escenario montado que algo no cuadra con anteriores experiencias.

Curiosamente, ha sido el Instituto Nacional Electoral el que ha mostrado más cautela que los partidos políticos y Los Pinos sobre las dificultades que se avizoran en esta elección. Claro, Peña Nieto hace tiempo que ha mostrado su desesperación por usar las elecciones como una caja china que por fin distraiga a quienes en México y en el mundo lo han visto sin disfraces en los grandes temas de hoy: la crisis, la represión más infame y la corrupción e impunidad que son las divisas del régimen.

Es cierto, hay miles de actores que de buena fé se alistan para participar en las elecciones del próximo 7 de junio, militantes y cuadros de los partidos de izquierda que no pueden ser puestos en el mismo costal que algunos dirigentes ya integrados abiertamente al bloque dominante para lo que puedan servirle y servirse.

Sin embargo, lo nuevo, lo diferente es que el emplazamiento político, moral, ético, social e histórico que emergió en México y en el mundo con las acciones criminales extremas de Tlatlaya e Iguala y con los escándalos mayúsculos de la familia presidencial y el gabinete, lejos de disiparse, se consolida para desazón y pánico de los enlodados e inodados.

Los últimos acontecimientos no hacen sino confirmar que estamos ante un parteaguas de largo alcance en la historia mexicana. La comparecencia, ante la ONU, por parte de los padres de los estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala ha dejado claro que las triquiñuelas del gobierno mexicano y su procurador general, no convencen ni aquí ni en el extranjero. Vienen ahora nuevos episodios de investigación independiente e internacional, incluyendo la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Frente a los crímenes extremos y la corrupción del régimen, funcionarios de primer nivel del gobierno norteamericano se han atrevido a deslindarse ante los medios internacionales del proceder de sus pares mexicanos.

Pero, el golpe más demoledor que ha recibido en el caso de Iguala la grotesca versión del Procurador Murillo Karam viene de los dictámenes de los peritos argentinos que vinieron a México comprometidos expresamente con la verdad y ahora, se deslindan con fundamentos, científicos y jurídicos de la versión oficial del gobierno mexicano.

Por si fuera poco lo anterior, en el terreno de la corrupción y la impunidad oficiales, Peña Nieto representó la semana pasada un grotesca comedia al presentar como titular de la Secretaría de la Función Pública a un hombre de uso para que investigue sobre el posible conflicto de intereses de la familia presidencial por las casas obtenidas de la constructora Higa. ¿Hay límite en la falta de respeto a los mexicanos y a las mexicanas?.

Lo anterior deja claro que las elecciones de junio próximo no alcanzan para cerrar los negros episodios provocados por quienes gobiernan al país y sus padrinos. Si la contienda electoral pretendía ser una caja china, resulta muy pequeña para ello. Sin embargo, los miles de nuevos funcionarios y representantes populares que surgirán de los votos, sin importar -los porcentajes de abstencionismo- desde ahora están emplazados a tomar partido y compromiso con la oleada de insurgencia social que lejos de detenerse, crecerá sin ninguna duda porque además de las tragedias y escándalos ya acumulados, sobrevienen más calamidades.

En efecto, ante la debacle económica del país las clases dominantes lejos de cambiar el modelo que la provocaron, lo acentuarán apostando a rescatar sus tasas de ganancias a costa de recortes al gasto social y el mayor empobrecimiento de las mayorías. La fuga de capitales golpeará aún más al peso. El encadenamiento de nuestra moneda al dólar –a pesar del monto de las reservas en el Banco de México- no augura nada bueno en los próximos años cuando ya se han hecho presentes otras monedas como el Yuan en el intercambio financiero mundial.

En medio del desastre los políticos corruptos siguen ordeñando literalmente el patrimonio nacional, ilustra esto la denuncia que involucra a Romero Deschamps y a otros dirigentes petroleros en el robo de combustible en oleoductos de Pemex.

Al avanzar el país en esa dirección ¿quién imagina que las elecciones puedan detener la incontenible insurgencia social que reclama ya un urgente cambio de rumbo?

11 febrero, 2015
Tags:
Notas Relacionadas
Ver más
Ir a todas las notas
×

×