Rodrigo Caballero/ @RodCaballero
Morelia, Michoacán.-Era un hombre de gorra azul y chaleco café el que comandaba el paseo, su trabajo -junto al de los otros miembros de la campaña- consistía en evitar que se “desperdigara la gente” como él mismo lo llamaba.
A leguas se notaba que él dirigía la masa ya que, en cuando llegó, empezó a dar órdenes. El coordinaba la entrega de paraguas, gorritas y camisetas entre las decenas de personas que gritaban “¡Venimos porque quisimos!”.
“La lluvia espantó a una buena parte de la comitiva” o “ya vienen hasta rentaron una combi” explicaban las dirigentes de barrio del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que trataban de tranquilizar a los coordinadores antes de la llegada de Jaime Darío Oseguera Méndez.
Sin embargo, la lluvia paró y las 15 personas se convirtieron en 50 incluyendo torito, tambora y banda.
Gracias a los vecinos de la Eduardo Rubio… perdón Ruiz
El recorrido inició pasadas las 6:00 de la tarde y los coordinadores rápidamente formaron un contingente que utilizaba lonas de los candidatos para contener a la comitiva.
Las lonas tenían el doble propósito de evitar que la gente “se les adelantara” a los candidatos y servir como fondo para las fotografías de los camarógrafos priistas.
A mitad de la marcha una señora acomedida les pasó unos lazos para controlar a la gente pero el de la gorra azul se los quitó inmediatamente.
-¡No, no, no! Cómo se te ocurre- le gritó a uno de los ayudantes.
-Pues es que lo trajo una señora- dijo a modo de explicación.
“¡Hijo! Quítate de enfrente que no ves que tapas a la licenciada” gritó una señora cuando un pequeño se colocó delante de la lona de Yarabí Ávila, la candidata a diputada local priista.
Yarabí acaba de retomar su campaña luego que el Tribunal Electoral le retirara su candidatura por “irregularidades” en la convención que la eligió como aspirante al Distrito 10 de Morelia.
Aquel juicio promovido ante el tribunal provocó una serie de amonestaciones contra la Comisión Estatal de Procesos Internos del PRI por violar los derechos de sus propios militantes ya que se elegían por “dedazo” a los contendientes a cargos públicos.
Una segunda convención, acusada de las mismas “irregularidades”, la ratificó como candidata y su imagen como candidata pudo salir en lonas como la que ahora tapaba el impertinente muchacho.
A fin de que te saludara el candidato había que recibir un “folleto” con las propuestas de Jaime Darío, el panfleto te identificaba y Jaime iba hacia a ti, lo antes posible, para darte la mano. “Aquí somos priistas” declaraba Jaime Darío entre saludo y saludo.
El candidato a la presidencia municipal de Morelia, estando tan convencido de la devoción a su partido, rápidamente se abalanzó contra una camioneta para saludar al conductor que se detuvo frente al contingente.
Sin embargo, el automovilista más que saludarlo quería reclamarle el cierre de calles que había provocado y no le quiso dar la mano a pesar de encontrarse en “territorio priista” como declararía Jaime Darío minutos más tarde.
Ya para el final del recorrido llegó el mitin, los candidatos se colocaron en un escenario previamente montado por sus coordinadores y comenzaron con sus discursos.
-¡Gracias a los vecinos de la colonia Eduardo Rubio… perdón Ruiz!- corrigió la presentadora deportiva Katy González.
Pero antes que los habitantes pudieran recriminarle su lapsus, los coordinadores redireccionaron el grito y el mitin continuó sin mayores preocupaciones.
Le bailamos igual a Wilfrido
Detrás de la acción un señor de sombrero de paja con una bolsa de la campaña para de 2011 se topó con el contingente.
-¿Qué don, usted no se va a unir a la comitiva?-
-Pa´ qué, le bailamos igual a Wilfrido y mire cómo nos fue- aseguró antes de alejarse del contingente.